Dos minutos en éxtasis

Carlos Melchor DESDE LA GRADA

DEPORTES

25 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Pocos goles fueron tan celebrados últimamente en el Ángel Carro como el de Rennella para adelantarse al Recreativo. Con toda la razón. Una especie de sensación mitad liberación, mitad desahogo, caló hondo en un aficionado que en aquellos momentos intuía un desenlace similar al de las últimas semanas en forma de empate. En esta competición en la que apenas ningún equipo es capaz de ganar dos partidos seguidos, es de Perogrullo resaltar la importancia de sumar de 3 en 3 puntos. Cada victoria en esta decisiva fase del campeonato posee un valor incalculable para continuar sobreviviendo, ya no solamente es que sean 6 los puntos de colchón, sino que Girona y Alavés, últimos de la fila, se encuentran a una distancia sideral, con lo que el número de papeletas en la tómbola del descenso de categoría se reduce. La trascendencia de esos postreros dos orgásmicos minutos llenos de goles es enorme, más aún si echamos un vistazo de reojo al estado de los hipotéticos golaverajes con la mayoría de los conjuntos que se encuentran en la pomada. Cuanto antes se pueda escapar de la zona caliente, mejor. Si hay que ponerse en modo resultadista y ventajista, los cambios que introdujo Setién mediada la segunda parte tuvieron gran parte de culpa en el resultado final. Uno no puede evitar pensar que el rendimiento de algunos jugadores se ve afectado muy positivamente con una buena ración de banquillo de cuando en vez, el tener sólo 20 minutos para demostrar los argumentos que pueden hacer que uno recupere el puesto en el once titular. Mano de santo para algunos, un últimamente espeso e impreciso Rennella incluido. Su bajón desde la lesión de diciembre es muy perceptible en un jugador que marcaba diferencias por calidad y juego. Sin pretender ser mal pensados, quizás sobraba el gestito de llevarse la mano a la oreja mirando a la grada en la celebración de su gol. Un tímido ajuste de cuentas con una afición extremadamente lejos de ser tan exigente como otras y para la que es un autentico ídolo. Debería ser muy fácil cuidar los detalles para no ser malinterpretado o para evitar situaciones desagradables que pueden volverse en contra de uno más adelante. No obstante, parece que el sentido común dentro del mundo del fútbol es un bien muy escaso.