El pívot holandés, que está alcanzando su nivel óptimo, será clave para que el equipo logre la segunda plaza
05 mar 2014 . Actualizado a las 12:02 h.El partido contra el Clavijo del pasado fin de semana trajo, además de la tercera victoria consecutiva del Breogán, la vuelta como referente en el ataque de Roeland Schaftenaar. El pívot holandés, más allá de firmar números que le permitieron terminar como el MVP de la jornada en la LEB Oro, con 37 de valoración, alcanza poco a poco su nivel óptimo para ayudar en un momento clave, en el que la escuadra celeste mantiene opciones de conseguir la segunda plaza, a dos victorias del Palencia.
Ha querido la casualidad, además, que Schaftenaar volviera a escoger el mismo equipo al que le endosó su mejor tarifa anotadora en la primera vuelta. Si entonces anotó en Logroño ante el Clavijo 19 puntos (y cinco rebotes), esta vez se quedó en uno menos (18, cifra alcanzada otra vez más, contra el Palencia), pero con doce rechaces, su segundo registro más alto del curso (tras los 13 que consiguió ante el Navarra).
Solo una ausencia
En todla campaña Schaftenaar solo se perdió el último encuentro de la primera vuelta. Pero tras su regreso, le había costado volver a ser el de antes en el ataque, ese jugador versátil, tan importante en los esquemas de Lisardo Gómez. Salvo contra el colista Barcelona B, partido en el que anotó 12 puntos, no había pasado de 6. Una cantidad pequeña para lo que había mostrado durante toda la primera vuelta, en la que fue un referente ofensivo para los esquemas de Lisardo Gómez.