Moncho Fernández esperaba un choque como el que se vio, que caería del lado del que «tuviera el control del ritmo y llevase más pequeños detalles a su mochila». Y por ahí ganó la partida el Obradoiro. Por ahí y porque el equipo «completó un partido muy maduro, sabiendo superar los momentos malos sin perder la cabeza, manejando las circunstancias que fueron apareciendo, como los problemas de los hombres altos con las faltas personales».
Insistió en esta línea: «Cuando parecía que la cosa se podía poner difícil, el equipo tuvo la madurez y el hacer las cosas bien en defensa, que, al final, siempre da muchos beneficios en ataque».
Respecto a la gestiones para encontrar el relevo de Minnerath, apuntó que la filosofía sigue siendo la misma, la de «no fichar por fichar» sino «esperar por el jugador que se ajuste a los criterios «deportivos, personales y económicos» del perfil requerido.
Moncho Fernández también tuvo palabras de reconocimiento para Micky Stobart, que jugó pese a sufrir un fuerte esguince, y para Óscar Viana y Tomas Richartz, que trabajaron lo indecible para que pudiese echar una mano en el partido.
Alejandro Martínez
El técnico visitante, Alejandro Martínez, comenzó su intervención felicitando al Obradoiro por la victoria. En su análisis, puso el acento sobre la ventaja de «entre ocho y diez puntos» que cogieron los locales en el segundo cuarto y que finalmente resultó insuperable para sus huestes. «A partir de ahí todo ha sido remar y no bajar de los seis puntos», añadió. Alejandro Martínez vio al Obradoiro «cómodo» con esa ventaja. «La ha manejado bien», insistió.
También subrayó otro aspecto: «Cuando lo necesitaron, encontraron canastas triples como una de Pumprla desde su casa y otra de Xanthopoulos después de buenas defensas nuestras, con el reloj casi a cero. Eso nos hizo mucho daño». Esas canastas en momento puntuales, así como «un par de rebotes ofensivos» supusieron «diez puntos en un partido que se decidió por una diferencia de ocho», abundó el entrenador insular.