El Ourense ni paga ni vende

jacobo rodríguez OURENSE / LA VOZ

DEPORTES

El club debe desde hace casi tres meses a los jugadores y cinco a los empleados

30 ene 2014 . Actualizado a las 20:51 h.

El CD Ourense se mueve un año más en la cuerda floja. La situación alcanza ya límites que rozan el esperpento. La buena situación clasificatoria en la liga, luchando por las posiciones de promoción de ascenso a Segunda y la clasificación para los cuartos de final de la Copa Federación, choca de pleno con las penurias económicas que pasa una plantilla a la que se le deben casi tres meses. La situación es aún más compleja para empleados del club a los que se le acumulan cinco meses pendientes.

La delicada situación económica del CD Ourense se viene arrastrando desde comienzos de temporada en un año en el que la directiva apostó por un bloque sólido en lo deportivo, pero a un precio que se ha demostrado que es demasiado alto. Las previsiones por ingresos se quedaron lejos de la realidad y la antaño mano salvadora de las instituciones se retrasa. De hecho, la Diputación ha descartado recientemente adelantar el pago de las ayudas al club al considerar que no cumple con los requisitos legales.

Los retrasos en el pago y las promesas incumplidas de la directiva presidida por Alejandro Estévez, que cumple su segunda temporada al frente del club, han desembocado en un ambiente de tensión que amenaza con estallar en cualquier momento. Y es que algunos de los jugadores denuncian dificultades para afrontar los gastos corrientes como el alquiler, o los recibos de la luz y el agua.

En este escenario y con una plantilla revalorizada por su buen rendimiento, se han multiplicado las reuniones entre el consejo y los jugadores para buscar soluciones. Sin embargo, y hasta el momento, la puerta de salida siempre se ha cerrado al negarse los rectores del club a negociar o descolgándose con cantidades desorbitadas para vender jugadores a equipos de superior categoría. El caso más mediático ha sido el de Borja Valle, con una oferta del Elche, y que no ha logrado un acuerdo con el club. No es el único, ya que Iker Alegre, Pinillos o el portero Manu Táboas llamaron a la puerta del club. Todos sin éxito. Además, se encuentran atados de cara al futuro al no estar vigente en Segunda B el plazo de tres meses sin cobrar para quedar libre.

Mientras, los mandatarios ourensanistas se aferran al apoyo de afición y patrocinadores para lograr los 300.000 euros que se calcula necesitan para cerrar la temporada y poder hacer frente a las deudas. Eso sí, de momento, no hay garantías de poder conseguirlos ni fechas para ir pagando como habían hecho a cuentagotas en el arranque liguero. La única vía segura de ingreso depende de los jugadores. Si ganan la Copa Federación se llevarían 90.000 euros.