Mete en semifinales del Europeo a una España superior
10 jun 2013 . Actualizado a las 10:49 h.Si frente a Rusia recurrió a un cabezazo en una jugada de estrategia, ante Alemania, fue una exhibición de potencia y picardía la que permitió a Morata poner justicia. El delantero del Real Madrid plasmó la inmensa superioridad de España sobre un rival que nunca demostró la menor ambición y que en la segunda parte ni siquiera fue capaz de salir de su mitad del campo.
Solo el desacierto de los de Lopetegui en el último pase mantuvo cierta incertidumbre en el marcador de un choque completamente controlado por la selección sub 21, que se jugará ante Holanda el primer puesto de grupo en el Europeo de la categoría. Una posición que puede tener su enjundia para evitar a Italia, hasta el momento el combinado más fuerte por el otro lado del cuadro.
El duelo frente a los holandeses, que ayer derrotaron a Rusia 4-1, quizá sirva también para dar descanso a futbolistas como Tiago e Isco, encargados de marcar la diferencia en su equipo. El del Barça lo hizo sobre todo en la primera parte, en la que incluso estrello un balón en el palo. El todavía jugador del Málaga desequilibró a su antojo en la segunda. Los regates del canterano del Valencia le dieron a España la posibilidad de encarar en superioridad a la fornida defensa alemana y sacaron del partido a sus marcadores, forzando faltas y tarjetas.
Con las espaldas perfectamente cubiertas por Koke y un portentoso Illarramendi, la línea de creación de los de Lopetegui se estableció a escasos metros del área rival. Allí surtió de balones a Tello y a los laterales, volcados al ataque. Tanto el extremo culé como su compañero Montoya llegaron con asiduidad a la línea de fondo, pero los centros murieron con demasiada frecuencia en el primer palo. Cuando no, a Rodrigo le faltó puntería.
El del Benfica es infatigable, pero carece de una pegada que sí ha demostrado Morata. Además, el ariete blanco gozó de la ventaja de medirse a una zaga minada por la exigencia española. En el minuto 85 premió la persistencia de su equipo con un jugadón: recibió de espaldas se fue por piernas del fornido Rüdiger y coló el balón por el palo de Leno, que esperaba el pase atrás. Bingo y a semifinales.