El equipo de Betanzos logra con cantera un ascenso ansiado dos décadas
10 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Solo los más viejos del lugar lo recuerdan. Y para eso, se trataba de la extinta Tercera División. El Santo Domingo de Betanzos logró convertir en realidad el sueño que perseguía desde hace veinte años y la próxima temporada militará en la Liga EBA.
La comarca recuerda apenas un par de equipos en esta categoría, además de los coruñeses vinculados al Básquet Coruña. Precisamente, el filial del Leyma, afincado ahora en Arteixo, ocupa plaza en la cuarta categoría del baloncesto español. Carballo también pudo presumir en su momento de hazaña similar.
Un último partido ante el Rosalía decidirá el campeón de la Primera Masculina (a la que ascendió en el 2010), pero la plaza en el grupo A de EBA está asegurada. Es ahora cuando el actual presidente José María Valeiro, recuerda cuando hace una década cogió las riendas del Santo Domingo con solo treinta años de edad y, con la ayuda de Jesús Barallobre y Manuel Roel, impidió la desaparición del club.
La cantera cimentó el proyecto que ,después de tres ascensos, ahora alcanza su punto culminante. Además del capitán Barallobre, continúan en Betanzos desde aquella época de la zonal coruñesa el segundo capitán Rubén Castro, el actual entrenador (antes sobre el parqué) Óscar Fernández y José Pena (aunque vivió un paréntesis en Cambre). Por abajo, empujaron con fuerza canteranos como Diego, Rodrigo y Samuel, que vistieron la camiseta brigantina desde benjamines.
Identidad innegociable
«Pasar de siete chavales a tener un club con 150 licencias es la clave no solo para ascender a EBA, sino para haber logrado esa progresión categoría a categoría», explica el presidente.
«Deportivamente, estoy seguro de que estamos preparados para afrontar el proyecto de EBA», explica el dirigente, que apunta las claves de futuro al instante: «Saldremos a mantener la categoría, pero lo haremos con gente de Betanzos, sin ninguna revolución. Para ello se ha cuidado ola cantera. El equipo tiene mimbres, veteranos importantes y podrá ser sostenido por los júnior de cadetes de mayor nivel. Además, intentaremos recuperar a gente de la casa que está en otros equipos como Pablo Fernández y Guillermo Pereiro. Mantener la identidad es una condición innegociable. No nos volveremos locos y todo seguirá siendo amateur, sin cobrar nada», asegura.
Valeiro también afirma que Óscar Fernández seguirá al frente del equipo. «Conocía bien a los jugadores y supo llevar el grupo. Sacar un rendimiento extra. A pesar de las ausencias de dos pilares como Toni Seijo (fichaje importante que por temas laborales solo podía jugar los partidos de casa) y Sergio Gómez (dos meses lesionado)», argumenta el presidente.
«Haremos los menores cambios en la medida de lo posible, pero nuestro abanico de edades en la plantilla es amplio. Desde chavales de 19 años a jugadores de 42. El grupo humano ha sido nuestra fuerza. Sin ellos, quizás hubiésemos desaparecido», dice. «Hubo momentos de tener que desplazarse en nuestros coches, poner los gastos de nuestro bolsillo, perder de veinte puntos e ir a entrenarse al día siguiente. Si el grupo no es especial, no logra lo que nosotros logramos», recuerda.