Una temporada para olvidar

Alberto Blanco CAJA Y UNO

DEPORTES

30 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Demasiadas cosas negativas en la lectura de Pau Gasol en su temporada en la NBA. Realmente un camino oscuro. Lesión importante, marcado como suplente en parte del año, centro de los rumores de traspasos y eliminado a la primera de cambio por unos Spurs demasiado listos. No, no puede ser un gran balance para el mejor jugador de la historia del básket español.

Habituado a centralizar los focos, Pau Gasol ofrece un año de pocas luces y muchas sombras. No le ha sentado nada bien la llegada de Steve Nash y sobre todo, Dwight Howard. A mediados de agosto, los Lakers se perfilaban hacia el anillo pero ocho meses después, todo se ha torcido. Y de qué manera.

A nivel individual, Pau Gasol ha sido señalado con el dedo. Los medios americanos no le perdonan su pasado europeo? Y no fue fácil ya el año pasado envuelto en todos los rumores de traspasos habidos y por haber. Hasta Kobe Bryant salió a defender su continuidad. Pero este año ha sido peor. Mucho peor. Sus más pobres números.

La llegada de Mike D´Antoni sirvió como acicate a su caída. Sorprendente. Por primera vez en su carrera en la NBA situado como suplente. Y pocas semanas después, la lesión que lo apartó seis semanas y no le permitió jugar ni siquiera 50 encuentros esta temporada. Su fase final fue lo mejor con mayor protagonismo y números de la antigüedad.

Pau Gasol podrá descansar hasta junio. No hay movimientos de traspaso en Estados Unidos hasta entonces. Pero desde luego su nombre se pondrá en la mesa de muchas negociaciones. Eso seguro. Y a la vez, nadie puede darlo por sentenciado en Los Ángeles. A ver quien es el guapo que tira la primera piedra?

Lo que pasa es que a un jugador se le juzga por toda una carrera, no una temporada. Y ahí, Pau lleva todas las de ganar. El jugador más determinante del baloncesto español. Sin ninguna duda. Y para rematar el año, van y le dan el premio al mejor defensor de la Liga a su hermano, Marc. No, no creo que le haya hecho mucha gracia, habituado a ser el protagonista absoluto delante de las cámaras. Porque se lo ha ganado a pulso. Así es.