¿Por qué gastar energía en enfados prescindibles?

Fernando Hidalgo Urizar
Fernando Hidalgo EL DERBI

DEPORTES

20 sep 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

La pasada temporada el Dépor reconquistó su plaza en Primera de una manera espectacular. Con unos números apabullantes y una respuesta del deportivismo tan emotiva como multitudinaria, el paso por el infierno de Segunda fue fugaz y llevadero.

El escenario vivido ofreció mil y un motivos para la felicidad. Para todos, menos para José Luis Oltra, que sorprendió con una confesión que a día de hoy cuesta todavía entender. Según el valenciano, fue un ascenso más sufrido que disfrutado.

En la presente temporada, dejando a un lado lo institucional, sigue habiendo buenas razones para la satisfacción. El equipo compite. Jugará más o menos, pero después de cuatro jornadas ha dado la cara en todos y cada uno de los encuentros y se halla en una posición confortable en la tabla. Riki mete goles; la afición ve en Oliveira una posible estrella; Marchena funciona; Pizzi y Bruno Gama son dos agitadores incómodos para los rivales; Abel Aguilar exhibe personalidad; Aranzubia es tan bueno como siempre... Pero Oltra sigue evidenciando cierta incapacidad para disfrutar de las vacas gordas. A fin de cuentas, atraviesa los mejores momentos de su trayectoria.

Sus salidas de tono cuando se le pregunta por Evaldo son de una irascibilidad impropia de alguien a quien su vida profesional le sonríe y de quien es querido y respetado por sus jugadores y su afición.

Es una pena que Oltra, que hasta la fecha está dirigiendo bien el equipo, no disfrute con plenitud de su éxito y gaste energías en enfados prescindibles..