Javier Camuñas Gallego (Madrid, 1980) cree en el destino. Opina que gracias a la fuerza de lo intangible acabó siendo el relevo de Andrés Guardado en el Deportivo. Ayer se enfundó por primera vez la camiseta blanquiazul y le faltó tiempo para soltarlo: «Parece que estaba predestinado a acabar aquí».
Para comprender la referencia es necesario remontarse tres años. Entonces, el Deportivo intentó el fichaje del atacante, que militaba en el Recreativo de Huelva. Pero acabó en Osasuna, primer rival del equipo blanquiazul en su retorno a Primera División, el lunes a las siete de la tarde.
A sus treinta y dos años, Javier Camuñas jugará durante una temporada en el conjunto herculino prestado por el Villarreal. A pesar de su polivalencia en las posiciones de ataque, donde más cómodo se encuentra es el costado izquierdo. Él mismo se definió (y aprovechó para extender los calificativos al club) como «familiar, humilde y trabajador».
Objetivos
Acto seguido quiso destacar los objetivos por los que cree que debe pelear su nuevo equipo después de una temporada en Segunda División. Por un lado, los intangibles. «Es necesario que la gente mantenga la ilusión», esgrimió en la conferencia de prensa posterior al acto oficial de su presentación sobre el césped del estadio municipal.
Después, las exigencias puramente clasificatorias. «Primero hay que asegurar la permanencia. Los aficionados saben lo duro que es descender y volver a Primera», recordó el futbolista madrileño.
En su comparecencia pública realizó comparaciones entre el exitoso pasado del Deportivo y su momento actual. «He estado en clubes importantes, y el año pasado jugué la Liga de Campeones, estoy contento con mi trayectoria, pero es la primera vez que juego en un club que tiene títulos. La realidad del Deportivo a día de hoy es diferente a la de años anteriores, y el objetivo después del regreso a Primera División es mantener la categoría», insistió la última incorporación del equipo entrenado por Oltra.