Roderick, el central esperado

Pedro José Barreiros Pereira
p. barreiros REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Llega en préstamo por el Benfica tras una temporada en el Servette suizo

31 jul 2012 . Actualizado a las 14:04 h.

Ansioso por incorporar por fin a un central tras las despedidas de Colotto y Rochela y la lesión de Zé Castro, el Deportivo también acordó con el Benfica el préstamo de Roderick (Odivelas, 1991), un joven central que comparte generación con Nelson Oliveira. En su caso será la segunda cesión consecutiva, después de que la pasada temporada militase en el Servette suizo. Internacional en las categorías inferiores de la selección portuguesa y capitán en los diferentes equipos por los que pasó de la cantera de las águilas, el nuevo jugador del Dépor destaca por su altura (mide 191 centímetros) y su buena técnica. Es más, la prensa lusa se refiere a que si Oliveira es verticalidad, potencia y fuerza, a Roderick lo avala su hábil manejo del balón y un carácter de hielo.

Estas características le permitirían compatibilizar su posición natural como central con la de mediocentro defensivo, donde el equipo coruñés ya disponía de cinco posibilidades. El joven defensa llega a A Coruña después de que en las primeras semanas del verano el Benfica hubiera acordado su pase al Río Ave, pero la Liga portuguesa invalidó la operación después de prohibir el préstamo de jugadores entre los diferentes clubes del campeonato. Así, Roderick regresó a los entrenamientos del Benfica y ahora acaba en las filas del Deportivo.

Sin sitio

Debutó en el primer equipo con apenas 18 años en la temporada 2009-2010 de la mano del actual entrenador benfiquista, Jorge Jesús, quien, en cambio, no cuenta con él debido a la amplia nómina de centrales de que dispone en el vestuario del estadio da Luz: los brasileños Luisão y Jardel, el argentino Garay (exfutbolista del Madrid) y el canterano Miguel Vítor. Como en el caso de Nelson Oliveira, quien antes de tomar rumbo a A Coruña amplió cuatro años su contrato con el Benfica, que ahora finaliza en el 2018, el vínculo del nuevo central deportivista con el equipo en que se formó se prolongó hasta el 2017 con una cláusula de rescisión de 30 millones de euros. El fútbol corre por las venas de Roderick, hijo de Ademir, recordado como un gran futbolista en diferentes equipos portugueses de los ochenta.

La pasada temporada Roderick militó en el Servette, un modesto de la Liga suiza donde, como le sucederá en A Coruña, compartió vestuario con varios compatriotas. Hasta su entrenador, el exfutbolista João Alves, era portugués. El técnico gallego Ricardo Cabanas, padre del internacional helvético del mismo nombre que disputó la Eurocopa del 2004 y el Mundial del 2006, siguió su temporada y describe a un futbolista joven y aún por pulir. «Es un defensa rápido, pero a veces un poco descontrolado. Hay que enseñarle y tener paciencia con él», explica. En Suiza Roderick disputó 24 partidos de Liga (2.143 minutos) en un equipo modesto que acababa de subir a la máxima categoría y que se salvó después de mucho sufrimiento.