Como todos los favoritos, medirte a China en el inicio de los Juegos es el conocido caso trampa. Poco a ganar y mucho a perder. Dos notas a destacar, el apunte de los bases, que tenemos y muy distintos; y para cerrar, que el baloncesto de China es un trullo insufrible no apto para captar adepto. Calderón, Sada y Rodríguez. Esos son los faros. El NBA está sin duda en su competición. Implicado, acertado y de sus manos, cuerpo y cabeza, se orienta la medalla. Calderón no ha estado nunca sobresaliente con la selección, pero es el más completo. Eso sí, a veces «¡deja ya de amasar la pelota, tío!». Con él y sus triples, España se agarró a un partido que comenzó rácano, pero que en el descanso ya despejaba dudas con la aparición de Ibaka. Estoy perdido con el asunto de los pasos. No sé si estoy viendo un partido en Estados Unidos o en Europa. En fin, supongo que os pasa lo mismo.
Luego tenemos al futurible NBA, Sada, que ofrece los intangibles de un gran base: rebote, cambios en defensa y solo si no anota, es mejor que juegue poco. Ayer no hizo jugar al equipo. Y cuando Yi Jianlian se empeñaba en lograr el contrato para la próxima temporada en América apareció aire fresco.
¡En que estado se encuentra el Chacho Rodríguez!, otro exNBA, no es una casualidad. Rompió el partido y dejó visto para sentencia el debut en los Juegos, olvidando el mal trago pasado con los chinos hace cuatro años. Ahora viene Australia, otro tipo de engaño. Atención.