España ilusiona rumbo a Londres

Carlos Ponce A CORUÑA | LA VOZ

DEPORTES

CESAR QUIAN

Arrolló a Argentina en una primera parte de ensueño y ahora le espera Estados Unidos

22 jul 2012 . Actualizado a las 02:37 h.

España encontró su nivel óptimo justo a tiempo. A poco más de una semana para su debut en los Juegos, los de Scariolo se liberaron de corsés y jugaron su mejor partido de lo que va de gira. En una actuación coral, el combinado nacional pasó por encima de Argentina en una primera parte sublime. El cuarto inicial fue la demostración de que ayer sí que aparecieron todos. Pau hacía daño en la pintura y Rudy y Navarro martilleaban sin piedad desde el 6,75 el aro argentino. En el bando argentino, su capitán, Luis Scola, estuvo desquiciado por la defensa de Felipe primero, e Ibaka después. Superados por el baloncesto total de España, ni Ginóbili, ni Delfino, ni Nocioni ni Prigioni pudieron parar el vendaval español.

El inicio del segundo cuarto no cambió el panorama. Un imparable Navarro destrozaba a su antojo la defensa de los pupilos de Julio Lamas, y la diferencia se disparaba mediado el segundo período (44-19). Argentina empezaba a perder los papeles y a ofuscarse con el arbitraje. A España le salía todo. Incluso Claver demostró que, si está centrado, puede hacer un buen papel en la NBA. El descomunal acierto desde el triple de España (9 de 14 al descanso) frenaba cualquier atisbo de reacción albiceleste. Un inspiradísimo Calderón cerraba con un tiro de tres, como no, el segundo cuarto (61-36). El público estaba entusiasmado ante una exhibición que estaba rozando la humillación.

Pero los argentinos tienen demasiado orgullo para dejarse ir. España levantó ligeramente el pie del acelerador en el tercer cuarto, pero la losa de la primera parte pesó demasiado sobre la albiceleste. Y ante cualquier atasco, aparecía un superlativo Calderón, que castigaba una y otra vez la defensa de Prigioni. A pesar de todo, Ginóbili dejó una entrada majestuosa a canasta haciendo gala de su talento ante las delicias de un público coruñés entregado con España, pero que reconoció la calidad de las estrellas argentinas, que ayer apareció a cuentagotas.

El partido transcurría tranquilamente hasta que en un enganche entre Ibaka y Scola el codo del de los Thunder acabó en la cara del argentino. Una falta antideportiva a cada uno y los ánimos en la cancha y en la grada, caldeados. Argentina se mueve mejor en esos lodos y se colocó a siete al inicio del último cuarto, pero ahí se quedó. Con Pau y Navarro en el banquillo, España administró solventemente su ventaja y se volvió a despegar.

Los de Scariolo demostraron estar preparados para hacer frente a Estados Unidos y para luchar por todo en Londres.