Reconocible y en construcción

x.r. castro VIGO / LA VOZ

DEPORTES

El Celta, todavía en proceso de construcción, inicia la pretemporada con las novedades de Javi Varas y Samuel

09 jul 2012 . Actualizado a las 12:13 h.

Un Celta muy reconocible y todavía en construcción inicia a primera hora una pretemporada que le llevará a reestrenarse el 19 de agosto en la Primera División. Javi Varas y Samuel Llorca serán las única caras nueva esta mañana en A Madroa con respecto al conjunto que certificó el ascenso cinco semanas atrás y dos serán las ausencias: Oier Sanjurjo, descartado contra pronóstico, y Orellana, de quien la dirección viguesa espera un gesto para abordar su fichaje.

A la espera de acontecimientos el Celta comienza el nuevo ciclo con mayoría de canteranos. De los 24 jugadores, trece se han criado en el seno del club. Además de Javi Varas y Samuel, las grandes novedades en la pretemporada serán el joven Rubén Blanco, llamado a ser el tercer portero del primer equipo, y Levy Madinda, el internacional absoluto gabonés que intentará convencer a Herrera de que puede ser una pieza de recambio para un mediocampo que mantiene los mismos mimbres que el curso pasado. También vuelve Dani Abalo tras la cesión en el Nástic.

Entre los retornados aparecen los tres renovados, porque de la plantilla del ascenso De Lucas, Joan Tomás y Catalá acababan el 30 de junio y el club decidió ampliarles la vinculación. Los tres firmaron dos años condicionados al primero, lo que convierte en capital su rendimiento este curso de cara al futuro.

Pendientes de unas incorporaciones que nunca deben bajar de un mínimo de cuatro, y con semejante continuidad, este equipo no necesita acoplamiento, juega de memoria y ese será un plus de cara al inicio liguero. En el otro lado de la balanza, como hándicap, aparece la casi nula experiencia de la casi absoluta mayoría del plantel en Primera División. Salvo Javi Varas, Oubiña, De Lucas y Bermejo, las apariciones en la élite han sido esporádicas o nulas.

Los célticos estarán los cuatro primeros días de trabajo en A Madroa (los tres primeros combinando reconocimientos médicos y entrenamientos) y el viernes por la tarde se marcharán a la localidad lusa de Quiaios (Filgueira da Foz) para iniciar una concentración de ocho días. En Portugal disputarán además los dos primeros amistosos.

De regreso a Galicia a los celestes le quedarán cuatro semanas de puesta a punto en donde necesariamente el plantel debe sufrir alguna alta. Con la base definida para apuntalar la permanencia, queda ahora el reto de dotar de experiencia al colectivo.