Andy Murray pierde su cuarta final de un Grand Slam

DEPORTES

JONATHAN BRADY

Roger Federer, en tres ocasiones y Novak Djokovic en una han impedido a Andy Murray hacerse con un Grand Slam en su palmarés

10 jul 2012 . Actualizado a las 12:05 h.

Roger Federer ha sido otra vez la piedra en el camino de Andy Murray hacia su sueño de conseguir hacerse con un torneo de Grand Slam.

El tenista escocés, número 4 del ránking de la ATP, cuenta en su palmarés con 22 títulos, ocho de ellos de categoría de Master Series, pero le sigue faltando un Grand Slam para redondear su carrera.

En el 2008 tuvo su primera oportunidad, pero en la pista central de Flushing Medows el suizo pasó por encima del escocés como un vendaval y se impuso por 6-2, 7-5 y 6-2. Era el primer gran revés de Murray en su incipiente carrera.

Dos años después, volvería a verse las caras de nuevo con Roger Federer. El escenario en esta ocasión sería la pista Rod Laver Arena del Abierto de Australia. El suizo parecía haberse adueñado del número uno del ránking, pero Murray llegaba fresco y motivado. No había cedido ni un solo juego durante la competición y había dejado en el camino a Rafa Nadal, el defensor del título.

Falto de servicio, mermado por las molestias en su pie y en sus espalda, con escasa imaginación y sin fuerzas para variar el ritmo de juego, Murray cedió ante el tenista suizo en tres sets por 6-2, 7-5 y 6-2.

Murray amplió su maleficio en los torneos de Grand Slam al año siguiente. Su verdugo fue el serbio Novak Djokovic, que lo superó sin problemas por 6-4, 6-2 y 6-3 de nuevo en la final del Melbourne Park. Andy Murray no solo no conseguía imponerse en la final de uno de los grandes, si no que además no logró hacerse con ningún set en sus tres intentos.

En la última final de Wimbledon ante Roger Federer, la suerte cambió un poco, pero no lo suficiente para Murray. Consiguió hacerse con el primer set, pero Federer pisó el acelerador y se impuso sin demasiadas complicaciones para conseguir su séptimo torneo de Wimbledon y su decimoséptimo Grand Slam.

Andy Murray consiguió dejar en el camino el recuerdo de Bunny Austin, el último británico que había logrado llegar a la final del torneo más importante sobre hierba en 1938, aunque se enfrentaba al fantasma de Fred Perry, el último ganador inglés.

Perry continuará siendo inmortal en las paredes del All England Tenis Club, pero Andy Murray, con sus 25 años, tiene la juventud, la técnica y las ganas suficientes para poder convertirse en el héroe británico.

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