«Mi abuela me pone una vela»

Nacho Mirás Fole

DEPORTES

La atleta de Aldán enfila la recta final de su preparación para Londres

01 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

A pocas semanas de los Juegos Olímpicos de Londres, la cabeza de Teresa Portela Rivas (Aldán, Cangas, 1982) está en la competición. El 10 de agosto se celebran la eliminatoria y semifinal, y la final al día siguiente. «Voy muy motivada -dice-, muchos me preguntan si no estoy nerviosa y la verdad es que no. Tengo muchas ganas de entrenar e intentar mejorar el tiempo en doscientos metros. Los nervios supongo que aparecerán una vez que esté allí, montada en la piragua». El 10 de agosto, su embarcación estará llena de gente que le echará una mano. O las dos.

-¿Dónde presionan más, en el entrenamiento o fuera?

-Veo que esperan mucho de una. O mucho confían o bien me ven. Pero la presión solo tiene que ver con que has pasado tantas horas entrenando que lo que quieres es que todo salga bien porque, muchas veces, depende del día que tengas, de la buena o mala suerte.

-¿Hay una jornada tipo?

-Sería levantarme, desayunar, entrenar aquí, en el Centro de Tecnificación de Pontevedra, utilizar las instalaciones, tanto el gimnasio como el río, o voy al embalse de Berducido. Como en la residencia y, por la tarde, a remar de nuevo y lo completo, bien con gimnasio, bien con carrera. Y dormir y descansar todo lo que pueda para el día siguiente.

-¿Cómo lleva la familia un ritmo tan intenso, sobre todo en estos días?

-Bien. Entienden que esto es un trabajo al que le tengo que dedicar horas. Procuro organizarme bien para poder estar con todo el mundo. Mi marido también fue piragüista y entiende perfectamente que hay que dedicarle horas y que necesito descanso. Es lo que llevo haciendo desde siempre, no les sorprende.

-¿Le brilla el metal de Londres en la cabeza?

-No. Voy pensando en que lo importante es el día 10 y poder meterme en la final del 11. Y si puedo ver algo de Londres, perfecto.

-¿Qué planes tiene para el verano?

-¡Vacaciones! Un mes por delante. Lo que me apetece verdaderamente es no hacer nada, tirarme a la bartola absolutamente. Nos quedaremos en O Grove por la semana, donde hemos abierto un centro de fisioterapia. Los fines de semana, a Aldán, a visitar a la familia.

-¿Se lleva a su marido a Londres?

-Sí, va a venir a verme. Él compitió y comprende perfectamente los momentos en los que tengo que estar concentrada, entiende mis ritmos.

-¿Qué lleva en la maleta?

-Música y un libro, siempre un libro. Tampoco tengo gustos muy complicados, un best seller, una buena novela. Eso me ayuda a no estar pensando continuamente porque, a la que te descuidas, ya estás con la cabeza haciendo doscientos en la regata. En música, cosas españolas, El Canto del Loco, de ese estilo. Pero no entreno con música, no procede.

-Decía Javier Gómez Noya en esta página, hablando de futuro, que el cuerpo aguanta más que la cabeza y que será ella la que dirá cuándo parar. ¿Está de acuerdo?

-Es cierto, pero no lo he pensado. Mucha gente me pregunta cuándo me retiro, pero ahora mismo estoy pensando en Londres y en las vacaciones.

-¿Quién sufre en Aldán?

-Mis padres, mi abuela, mi hermano... Mi abuela siempre le pone una vela a no sé qué santo, por si acaso.

nacho.miras@lavoz.es