Mark Cavendish no se cansa

carlos de torres MONTPELLIER / EFE

DEPORTES

18 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Mark Cavendish volvió a demostrar su condición de mejor esprínter del mundo con su cuarto triunfo en la decimoquinta etapa del Tour disputada entre Limoux y Montpellier, de 193 kilómetros, en la que se mantuvieron las posiciones en general, con el francés Thomas Voeckler al frente.

Alérgico a las etapas de montaña, Cavendish bajó con hambre de victoria de los Pirineos y acudió puntual a la cita con la alta velocidad en Montpellier, penúltima opción para los guepardos del pelotón. Ya solo queda París. Fue superior al estadounidense Tyler Farrar (Garmin) y al italiano Alessandro Petacchi (Lampre), que vieron a una distancia respetable cómo levantaba los brazos por cuarta vez en la presente edición. La suma de su victoria número 19 en el Tour le permite colocarse como el sexto más laureado de la historia

Etapa previsible después de los Pirineos. Escapada, caza cercana a meta y preparación del esprint. El pelotón rodó rápido, a una media de 44,5 km/hora, con la única preocupación del viento, que por esta zona ya ha gastado bromas muy pesadas. Ayer, pese a que sopló de forma lateral durante cinco kilómetros, ninguno de los favoritos pasó apuro alguno.

Voeckler siguió de rey del Tour un día más, en el centro del debate sobre su solidez como líder. «Tengo cero posibilidades de ganar el Tour», dijo.

No se movieron las posiciones en la general. Frank Schleck es segundo a 1.49 y Cadel Evans tercero a 2.06. Samuel sigue sexto, primer español, a 2.44 y Alberto Contador, séptimo, espera a los Alpes a 4 minutos. Si las diferencias no se movieron en las tres etapas de Pirineos con 4 puertos de categoría espacial, en una etapa llana y de transición.

Hoy, jornada de descanso

El Tour de Francia disfrutará hoy de su segunda jornada de descanso. Luego, tras dos etapas de aproximación, los Alpes tomarán la palabra con tres escenarios que serán ineludibles para los que quieran ganar el Tour. Ya no valdrá esconderse ni lanzar ataques estériles. Las cartas tendrán que salir, y para eso se muestra dispuesto Alberto Contador, hasta ahora mermado por la rodilla, en un papel muy alejado del que le corresponde a un triple ganador del Tour de Francia.