Boasson Hagen, el mejor en otro día de perros

mariluz ferreiro REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Contador asomó en el repecho de Lisieux, pero sin abrir brecha

08 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

No hay como un día de perros para aplacar ímpetus. Con viento y bajo la lluvia, se impuso el marcaje. El repecho de Lisieux, en la parte final de los 226,5 kilómetros de recorrido, invitaba a la revuelta, a un pequeño meneo de la general. Alberto Contador volvió a asomar, esta vez siguiendo la estela de Jelbe Vanendert (Omega), aunque después de su aviso en el Mur de Bretagne y de aquel latigazo de Tropea en el Giro de Italia, el corral mantenía vigilados a los gallos. Como los lobos se mantuvieron en manada, el festín fue para Edvald Boasson Hage. Para él, la etapa, primera del Sky. Para Thor Hushovd (Garmin), otro día más de amarillo. Los dos ciclistas nórdicos, únicos representantes de su país, se inventaron ayer algo así como el día de Noruega en la grande boucle.

El pelotón no disimuló que se conformaba con llegar vivo a Lisieux. Sus integrantes todavía se lamían las heridas del miércoles, sufridas en las numerosas caídas registradas camino de Cap Fréhel. Las vendas y los parches se fundieron con la equipación de un buen puñado de corredores. Muchos ciclistas rumiaban su enfado y, ya en frío, criticaban ayer a la organización del Tour por su encerrona.

«Estamos todos bien, a salvo en el hotel». Ese era el resumen de la etapa para Andy Schleck (Saxo Bank). En el RadioShack no llegaron tan enteros. Otra vez Levi Leipheimer sintió en su piel el asfalto y cedió 1 minuto y 5 segundos. «Nervios, lluvia y viento, hemos salvado el día», apuntaba Fran Ventoso (Movistar). Contador comentaba en su nota de prensa que tuvo que cambiar de bicicleta por segundo día consecutivo debido a «una piedra que entró en el rodamiento de la rueda». Explicaba que primero se subió a la de Dani Navarro y después recurrió a su segunda montura. El jefe de filas del Saxo Bank confesaba que por momentos «prácticamente no se veía» debido a la lluvia.

En esas circunstancias, el esfuerzo de los aventureros del día, embarcados en una de esas fugas sentenciadas a muerte, tiene más valor. Los holandeses Westra y Hoogerland (Vacansoleil), el francés Roux (FDJ), el colombiano Duque (Cofidis) y el italiano Malori (Lampre) fueron cayendo sin piedad a manos del gran grupo.

Etapa para velocistas

Los corredores afrontarán hoy una etapa para esprínteres. Partirá desde Le Mans, uno de los templos de la velocidad que sirve como guiño del Tour, y finalizará en Chateauroux después de 218 kilómetros de recorrido. La meta no es nueva. El británico Mark Cavendish (HTC) ya sabe lo que es levantar los brazos en la meta de Chateauroux, porque se impuso en este escenario en el 2008.