Su entrenador lo critica con dureza
19 ene 2011 . Actualizado a las 11:23 h.Cinco goles en el filial de Segunda División B y otro en el primer equipo del Rayo Vallecano le han servido al coruñés Lucas Pérez para obtener el pasaporte de acceso al fútbol ucraniano a sus veintidós años. Después de jugar para siete equipos, a Lucas un cambio de aires no le asusta en absoluto. Por eso, a la primera oportunidad que le brindó el mercado de invierno, hizo las maletas y firmó un contrato con el Karpaty de Lviv. Allí jugará las tres próximas temporadas.
Lucas debutó con el primer equipo hace un año, siendo uno de los pilares del filial. Su fútbol bizarro lo mantuvo entre dos aguas, según las necesidades del equipo.
Criado en Monte Alto, aprendió en las escuelas municipales coruñesas de la mano del ex entrenador Arsenio Iglesias, a quien idolatra. Después, donó su fútbol al Victoria, Arteixo y Alavés, del que huyó «después de que Piterman dejase colgado al club con sus deudas», tal como recuerda. Montañeros, Ordes, Atlético de Madrid y el Rayo Vallecano fueron sus siguientes estaciones.
Hizo sus pinitos con el fútbol sala de primer nivel y en las dos últimas temporadas alcanzó la madurez en el equipo madrileño. Lucas terminaba contrato en el mes de junio y el Rayo lo ha dejado marchar a cambio de una compensación por objetivos. Entre ellos, ganar la Liga ucraniana, clasificarse para la Champions o disputar la Europa League.
El atacante coruñés es uno de los muchos futbolistas gallegos que se han decidido a emigrar para poder jugar en otros campeonatos profesionales, como el sueco, el austríaco, el húngaro o el chipriota.
El entrenador del Rayo Vallecano no encajó bien la noticia de la salida de Lucas Pérez y cargó contra el atacante coruñés en su primera comparecencia pública tras el traspaso. Acusó a Lucas de egoísmo y pidió a los demás jugadores que no sigan su ejemplo.