El centrocampista llegó el año pasado como refuerzo
18 ene 2011 . Actualizado a las 02:47 h.Era la crónica de una muerte anunciada. Carlos Padín cerró ayer una nueva etapa con el Pontevedra, y lo hace para regresar a un equipo del grupo autonómico gallego de Tercera División. El centrocampista de Catoira había regresado al club granate para reforzar la plantilla de cara a la fase de ascenso del año pasado.
Ahora, sin embargo, Padín hizo nuevamente las maletas y en la tarde de ayer quedó prácticamente desvinculado del club a excepción de un pequeño fleco que quedará resuelto esta misma mañana y cuyo contenido ultima el director económico del Pontevedra. «Se alcanzó un acuerdo en base a la nueva situación del club y, obviamente, en base a informes técnicos», detalló José Manuel Fernández, nuevo vicepresidente del club granate. «Llegó el año pasado para ayudar y lo hizo muy bien, ya que además nunca tuvo discrepancias con los entrenadores que lo tuvieron bajo sus órdenes», añadió Fernández.
El propio Padín confirmó en la tarde de ayer que estaba en la sede del club granate de la calle Benito Corbal para firmar el finiquito y obtener su baja federativa con vistas a entablar negociaciones muy avanzadas con el Cerceda y el Órdenes, ambos militan en la Tercera División y con aspiraciones de ascender a Segunda B. Carlos Padín jugaba en el Órdenes el año pasado cuando fue recuperado para regresar a la ciudad del Lérez.
El regreso del catoirense al plantel granate generó tanta admiración como desagrado. Fue una vuelta que en su momento no se esperaban ni los propios aficionados. Padín poseía una calidad indiscutible para jugar en Segunda División B, pero sus salidas de tono y su capacidad para «desaparecer» del campo durante los partidos provocaba el malestar entre la afición.
Padín regresó a Pasarón para cubrir la baja de Nevado, una vuelta en la que también influyó la falta de un acuerdo entre el Pontevedra y el Cádiz para que Carlos Caballero recalase en la disciplina granate. La apuesta por un futbolista de 36 años también había cogido con el pie cambiado a muchos aficionados del Pontevedra.