Tiene claro que su objetivo será ayudar a Contador. «Se me ha fichado para eso. Quiero convertirme en un gran gregario, como lo fui durante muchos años. Este equipo está montado alrededor de Alberto. Después, si puedo brillar, lo voy a hacer», asegura. Todavía no sabe qué calendario afrontará, pero le gustaría regresar al Tour. «Sé que está en mi mano. Si estoy a un buen nivel, podré estar allí. Pero respetaré cualquier decisión del equipo», apunta. Añade que siente una motivación extra ante este nuevo proyecto después de militar en el Caisse d'Epargne y de ganar el Tour 2006. «El pasado viernes, después de la rueda de prensa en la que me planteaba mi retirada, le decía a María, mi mujer: ''¿Qué voy a hacer mañana y pasado mañana?''. Tengo muchas ganas de volver, de entrenarme con el equipo. Ha sido fácil cambiar el chip», afirma. Aunque, de momento, este regreso es a un año vista. «Después ya se verá», añade.
Rivales de Armstrong
Ya se mentaliza para afrontar la batalla contra el potente RadioShack de Lance Armstrong y Johan Bruyneel: «Creo que ahí subyace un tema más personal entre Alberto y Armstrong. Yo estoy con Alberto, tendré que defenderlo. Creo que ese duelo generará mucho morbo durante todo el año». Sobre las últimas declaraciones de Bruyneel, en las que criticaba a Contador por haber asimilado mal la fama, prefiere no pronunciarse, porque considera que no conoce lo suficiente al director deportivo ni al corredor de Pinto. Cree que «no es bonito para este deporte que se metan tanta caña». Pereiro ha dejado de ver este combate desde la barrera.