Óscar Pereiro finalmente correrá en el Astana de Alberto Contador. El ciclista gallego había acusado a la formación de incumplimiento de contrato porque aseguraba que el equipo quería renegociar las cantidades después de haber rubricado el acuerdo. Incluso se había planteado la retirada. Pero el Astana anunció ayer en un breve comunicado que Pereiro estará en la concentración que la plantilla afrontará a partir de hoy en la ciudad italiana de Pisa. «Se arregló el tema sin más. Sin negociaciones ni nada. Los responsables del equipo se pusieron en contacto conmigo para decirme que habían reflexionado y que no era lógico lo que estaba pasando, porque se habían pactado. Simplemente han respetado lo que estaba firmado. Y ya hablaremos más adelante cara a cara de lo ocurrido», explica el corredor.
Pereiro ayer por la noche no sabía si viajaría hoy a Pisa o si lo haría mañana a primera hora. Pero sí está convencido de que «Contador medió» para que finalizara la guerra fría del Astana. «Hablé un par de veces con Alberto y comprobé que tenía ganas de que yo me incorporara al equipo. Tuve una conversación con él el pasado sábado y a partir de entonces se empezaron a arreglar las cosas», señala.
«Esto ha sido un palo para mí. Pero ahora todo cambia. En un par de días nadie se acordará de este culebrón y todo se centrará en aspectos deportivos», dice. Pereiro niega que exista resentimiento tras la tensa situación vivida con el Astana. «Ayer [por el lunes], hablando con Yvon Sanquer, el mánager, quedó claro que en ningún momento hubo desprecio por mi parte o por la de ellos. Todo lo que yo dije fue desde el máximo respeto. Llevo todo el día intercambiado impresiones con Sanquer y con Giuseppe Martinelli, el director deportivo, y no hay rencor. Aunque entiendo que la primera vez que nos veamos va a ser un poco chocante», indica.
Tiene claro que su objetivo será ayudar a Contador. «Se me ha fichado para eso. Quiero convertirme en un gran gregario, como lo fui durante muchos años. Este equipo está montado alrededor de Alberto. Después, si puedo brillar, lo voy a hacer», asegura. Todavía no sabe qué calendario afrontará, pero le gustaría regresar al Tour. «Sé que está en mi mano. Si estoy a un buen nivel, podré estar allí. Pero respetaré cualquier decisión del equipo», apunta. Añade que siente una motivación extra ante este nuevo proyecto después de militar en el Caisse d'Epargne y de ganar el Tour 2006. «El pasado viernes, después de la rueda de prensa en la que me planteaba mi retirada, le decía a María, mi mujer: ''¿Qué voy a hacer mañana y pasado mañana?''. Tengo muchas ganas de volver, de entrenarme con el equipo. Ha sido fácil cambiar el chip», afirma. Aunque, de momento, este regreso es a un año vista. «Después ya se verá», añade.
Rivales de Armstrong
Ya se mentaliza para afrontar la batalla contra el potente RadioShack de Lance Armstrong y Johan Bruyneel: «Creo que ahí subyace un tema más personal entre Alberto y Armstrong. Yo estoy con Alberto, tendré que defenderlo. Creo que ese duelo generará mucho morbo durante todo el año». Sobre las últimas declaraciones de Bruyneel, en las que criticaba a Contador por haber asimilado mal la fama, prefiere no pronunciarse, porque considera que no conoce lo suficiente al director deportivo ni al corredor de Pinto. Cree que «no es bonito para este deporte que se metan tanta caña». Pereiro ha dejado de ver este combate desde la barrera.