Un cumpleaños con fiesta sorpresa

DEPORTES

09 may 2009 . Actualizado a las 02:44 h.

Venecia. Belleza en constante hundimiento. Decadente y romántica. Como el ciclismo. El Lido será hoy el punto de partida del Giro del centenario, que arranca con una contrarreloj por equipos de 20 kilómetros. La ronda celebra su cumpleaños con una fiesta sorpresa, un trazado turístico y atípico, con la ausencia de puertos míticos como el Mortirolo, la Marmolada, el Stelvio o el Gavia. Un recorrido innovador que no facilitará una vida en rosa para el pelotón, aunque la maglia de líder haya sido diseñada por Dolce&Gabanna .

La edición del 2009 será la de los regresos. El de Lance Armstrong desde la nostalgia y la ambición, y el de Ivan Basso desde la redención tras su sanción por dopaje. El estadounidense, de 37 años, se estrena en el Giro en su segunda resurrección. Una fractura de clavícula sufrida en marzo retrasó su preparación para esta carrera. Basso, vencedor en el 2006, se presenta como profeta en su tierra, esa que los italianos siempre reclaman para sí con ferocidad. Aunque en esta ocasión Levi Leipheimer, el tercer hombre del Astana, y Carlos Sastre pueden romper el dominio local, como ya hizo Alberto Contador en el 2008.

Este año el Giro rechaza espacio para el despegue. El arranque no será exactamente del gusto de Cavendish y Petacchi. Los Dolomitas asoman en el horizonte en la cuarta y quinta etapas. Aunque los verdaderos perfiles de acordeón quedan reservados para la segunda parte de la prueba, con el final en Pinerolo después del ascenso del Moncenisio y de Sestriere, y la jornada con meta en monte Petrano después de subir el monte delle Cesane, el Nerone y el Catria.

El circuito de Milán, habitual colofón de la prueba, se adelanta a la novena jornada. Con el pelotón con fuerzas y un largo trecho hasta la última etapa, más que un paseo triunfal del líder puede ser una tortura. Como la crono individual de 61,7 kilómetros de la duodécima etapa. Larga, técnica y con dos puertos.

En este catálogo de rarezas destaca también la etapa 17. Una pequeña trampa de 79 kilómetros con 22 de ascensión y meta en el puerto de Blockhaus. Un regalo envenenado después de una jornada de descanso. Y vuelve la ascensión al Vesubio, escenario del Giro solo en dos ocasiones, con triunfos del gran Charly Gaul y de Eduardo Chozas.

Cien años de ronda italiana es una eternidad. Merckx, Coppi, Bartali, Indurain, Poblet y Contador. El Giro, antiguo y renovado, espera nuevos nombres para su historia.