Phelps, castigado sin Kelloggs

DEPORTES

07 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

«¡Arresten a Michael Phelps!». El psicólogo especialista en adicciones Stanton Peele ha lanzado una minicruzada desde su columna en el Wall Street Journal para promover que el multimedallista olímpico acabe entre rejas. Su argumento: «Cientos de miles de americanos son detenidos por delitos vinculados con la marihuana cada año». Y no faltan pruebas para que Phelps pase a engrosar esa lista.

El hombre récord estadounidense fue cazado por una cámara inoportuna fumando una pipa de marihuana durante una fiesta universitaria. La imagen apareció en el tabloide británico News of the World y el nadador tuvo que pedir disculpas a través de un comunicado.

La Federación Internacional de Natación reaccionó al arrepentimiento del deportista mostrándole su apoyo, porque «su actitud es sincera y reconoce su delito», aunque el mea culpa no convenció a todo el mundo. La federación norteamericana optó por el castigo ejemplar . Phelps no podrá competir en los próximos tres meses y le ha sido retirado el apoyo económico durante todo ese tiempo, tras acusarlo de «decepcionar a demasiadas personas y especialmente a cientos de miles de niños que lo miran como un modelo y un héroe».

Severo correctivo. El ocho veces medallista en Pekín no se perderá ninguna prueba importante -la parte interesante del calendario empieza en julio con los clasificatorios para el Mundial- y se quedará sin los 1.750 dólares mensuales de ayuda pública hasta junio. Phelps ingresa millones en publicidad.

Quizá para el bolsillo le resulte más dolorosa la decisión de una de las marcas a las que promociona. El tiburón de Baltimore se queda sin Kelloggs. El fabricante de cereales ha anunciado que no renovará su contrato publicitario con el deportista, que expira a finales de este mes, «porque su comportamiento no es acorde con la imagen de la compañía». Un revés de importancia menor si se considera que los principales patrocinadores del campeón, Speedo y Omega, y otras grandes firmas que publicita, como Mazda o Visa, ya le han reiterado su total apoyo.

Las medallas no se tocan

En lo tocante a trofeos, las medallas de Phelps no corren peligro. Aunque la Asociación Mundial Antidopaje prohíbe el uso del cannabis -que pregunten a Gervasio Deferr por la plata perdida del mundial de Debrecen 2002-, el nadador no ha dado positivo en ningún control.

Así que todo queda reducido al plano moral y a la bronca que el deportista, de 23 años, recibió al llegar a casa tras airearse la fumada . «No fue sencillo explicarle a mi madre lo que había ocurrido», aseguró en una entrevista al The Baltimore Sun . Phelps es reincidente en mala conducta. En diciembre del 2004 fue condenado a 18 meses de libertad condicional por conducir bajo los efectos del alcohol.

Sin embargo, tanta atención mediática no está sentando bien al joven, reservado y celoso de su vida privada, que había optado por un descanso tras Pekín. En las declaraciones al diario de su ciudad dejaba entrever la posibilidad de abandonar la competición antes incluso de Londres 2012, para cuando había fijado su retirada. «Si decido abandonar, lo haré cuando considere oportuno. Si opto por seguir, sí será durante cuatro años... ¿Quién sabe? Todavía es algo que necesito pensar».