Un artista y un guerrero llevan su duelo de contrastes al teatro de Melbourne ( Cuatro, 9.30 horas ). El tenis sutil, elegante y completo de Roger Federer, con el palmarés más brillante jamás visto a la edad de 27 años, el genio que hace fácil el juego más difícil, pasa el examen del nervio, la garra y la regularidad de Rafa Nadal, el número uno actual por fe, golpes de fondo y progresión. La gran rivalidad de la época, la final soñada, se traslada ahora al Open de Australia.
Un capítulo nuevo de su fantástica rivalidad, hasta julio marcada por la superioridad de Federer en las pistas rápidas y la asombrosa jerarquía de Nadal en la tierra, donde se convierte en un gladiador invencible.
Federer ganó tres de los cinco precedentes en pista dura, sobre la que Nadal todavía no tiene un título de grand slam. Pero este no es un encuentro cualquiera. El Open de Australia lleva hasta el límite la capacidad física de los jugadores. El calor extremo convierte cada partido en una lucha contra el rival y los límites de uno mismo. Ese horno de Melbourne favorecía en principio a Nadal, pero el español llega sin apenas descanso tras el monumental espectáculo que ofreció frente a Verdasco durante más de cinco horas, mientras el suizo descansa desde la noche del jueves.
Está por ver si el físico se inclina esta vez del lado de Federer.
El duelo llega hoy en un contexto diferente, aunque Nadal hace tan favorito como siempre a su ídolo, al que ve «el mejor de la historia» pase lo que pase en la final. ¿Qué cambia? Durante más de un año el español machacó sin pausa al suizo cada vez que se cruzaron, incluido el legendario partido de una larga tarde de verano en Wimbledon. Además, el mallorquín llega como número uno. Quizá ese relevo en el ránking mundial reste presión al fenómeno de Basilea, pero solo en la misma medida en que una derrota afianzaría su papel de número dos, a la sombra del español.
Trascendencia futura
Más allá del valor momentáneo del partido, la final ofrece alicientes históricos. Federer persigue su decimocuarto título de un torneo del grand slam : colecciona cinco Wimbledon, cinco US Open y tres Abiertos de Australia. Su victoria igualaría el asombroso palmarés de Pete Sampras, el más laureado tenista que jamás hubo.
Nadal persigue un torneo donde nunca había llegado siquiera a la final y que se le resiste al tenis español.