Ayer, Leche Río Breogán y Estudiantes cerraron el acuerdo en virtud del cual, el club madrileño cederá al pívot inglés a Daniel Clark al lucense. El espigado jugador cumplirá así su segunda etapa con los del Pazo Universitario, después de jugar, en el curso pasado, también el tramo final de la competición liguera, y contribuir de forma decisiva a la victoria en la última Copa Príncipe.
Con la llegada de Clark, que puede ser cuestión de horas, el juego interior breoganista recibe el refuerzo de un jugador joven (20 años) y con ambición que conoce el club, a buena parte de sus compañeros y sobre todo, al cuerpo técnico. Paco García también conoce perfectamente al jugador, y ya el año pasado dejó clara su confianza en él y en su progresión. Precisamente su crecimiento baloncestístico se ha visto truncado esta temporada en el Estudiantes, en la ACB. Clark ha contado muy poco, y salvo en el primer tramo, apenas ha tenido oportunidades. Pese a todo, esta semana reconoció que en los meses que ha compartido la primera plantilla colegial ha «madurado», y ganado en experiencia.
Phillips prueba la acupuntura
Según se reflejaba ayer en la página web del Breogán (www.cbbreogan.com), la recuperación del pívot francés Bill Phillips, trata de conseguirse con todos los medios al alcance. Los problemas de vértigo que arrastra están creando más de un quebradero de cabeza, y se incluyen tratamientos de índole neurológica, oftalmológica y fisioterapia. Además, se han añadido sesiones de acupuntura, para tratar de mejorar la evolución de un jugador importante en de los esquemas del equipo y que está pasando por un auténtico calvario en las últimas semanas.
Por su parte, el resto de la plantilla celeste, a causa de la Copa Príncipe (que disputan mañana el Alicante y el Melilla en la ciudad levantina), disfruta este fin de semana de descanso. Días libres que comenzaron ayer y se prolongarán hasta mañana, pues se suspende la competición liguera por mor de la copera. El asueto será utilizado para recuperarse de las diferentes molestias físicas que puedan arrastrar los jugadores. Es el caso de Nacho Ordín. El base oscense continúa con su trabajo para dejar atrás el desgarro muscular que se produjo en el último partido en casa del Breogán, contra el Cáceres.