«No denuncio al Albacete, sino a los dirigentes del club»

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DEPORTES

«Los consejeros y los presidentes tienden a identificar los equipos con ellos mismos, pero eso no tiene que ser así, porque ellos pasan, pero los clubes quedan», asegura

22 ene 2009 . Actualizado a las 02:42 h.

Enrique Arribas atiende entre clase y clase. Este profesor de Física en la Facultad de Informática de la Universidad de Castilla-La Mancha ha denunciado al presidente y el consejo de administración del Albacete «por no facilitar la lista de las delegaciones de votos» que aseguraron representar en la última junta (más del 50%), celebrada el pasado 14 de diciembre. Arribas, que fue consejero de la entidad manchega entre el 2002 y el 2007, asegura que se ha visto obligado porque ve «algún indicio de responsabilidad legal» en la actuación de los dirigentes del club manchego, que actualmente milita en Segunda División.

-¿Cuál ha sido la reacción del club a la denuncia?

-Por ahora no han emitido comunicado alguno. Pero, por si acaso hacen alguno en el que se me acuse de algo, quiero matizar que no denuncio al Albacete, a la sociedad [anónima deportiva], sino a los dirigentes del club, lo que es completamente distinto. Los consejeros y los presidentes tienden a identificar los equipos con ellos mismos, pero eso no tiene que ser así, porque ellos pasan, pero los clubes quedan. Yo fui consejero, me fui y el club sigue ahí.

-Usted pidió la lista de las delegaciones de votos que aseguró tener el consejo, y tuvo ocasión de verla fugazmente en el club...

-Diez minutos mal contados, y sin tomar nota, pues después me echó de mala manera el vicepresidente. Pese al poco tiempo, pude ver indicios de alguna irregularidad, y de ahí la denuncia. Los que dirigen los clubes de fútbol tienen que buscar el bien de la sociedad, no el propio. Pero hay algunos que se creen que están ahí por mandato divino, y no, lo están porque así lo han decidido los socios, y conviene que no lo olviden nunca.

-¿Tiene fe en la Justicia?

-Confío plenamente en ella. Tiene que haber orden jurídico, porque en caso contrario estaríamos en territorio salvaje. Y la ley es muy clara. En mi denuncia apelo a los artículos 292 y 293 del Código Penal, que garantizan el derecho a la información a todo accionista, como es mi caso, pues poseo 75 acciones.

-¿Y si el juez no le hace caso?

-Siempre nos quedaría la posibilidad de impugnar la junta, para lo que estamos en plazo legal. Si la impugnamos, el club podría seguir funcionando igual, no tendría por qué afectar para nada a la parcela deportiva.

-Lo que usted pide es transparencia...

-En efecto. A mi juicio, los clubes de fútbol tienen que ser incluso más transparentes que las sociedades anónimas no deportivas.

-¿Por qué?

-Pues porque representan un sentimiento que no cotiza en bolsa. Nadie dice «yo soy de Inditex», pero sí se dice «yo soy del Deportivo». Cuando hablamos de un club de fútbol, hablamos de una entidad en la que están en juego los sentimientos de mucha gente.

-Cuando usted estaba en el consejo, nadie tenía más del 1% del club. ¿Ese tope está fijado en los estatutos?

-No existe tope, pero el accionariado se repartió muchísimo cuando se creó la SAD. Pienso que ese tipo de topes son un error. La mayoría de los clubes que funcionan son aquellos que tienen un accionista mayoritario. Es muy romántico eso de que el club sea de todos, pero no resulta operativo, sino estéril, porque en una entidad de este tipo hay que tomar decisiones importantes, y que alguien posea más del 50% garantiza que se tomen. Es el caso del Numancia, que tiene un accionista mayoritario y es de los pocos clubes de España con una deuda asumible, creo que de dos o tres millones de euros. Sube y baja, ficha lo justo y no se vuelve loco cuando sube a Primera, que es donde está el dinero, pues si bajas a Segunda los ingresos televisivos se reducen al 10%.