Una batalla entre distintas generaciones

DEPORTES

05 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Más abierto. Más montañoso. Y con más ausencias. Pero, al fin y al cabo, el Tour. Estas son algunas de las claves de la edición del 2008:

La sombra de los ausentes

En este Tour casi pesan tanto las ausencias como las presencias. Ya sucedió cuando se aplicó la criba de la operación Puerto. Hoy faltará hasta el vigente campeón, Alberto Contador. Tampoco estarán Andreas Kloden ni Levi Leipheimer. Debido al veto al Astana, Cadel Evans es el único superviviente del podio del 2007. Las bajas no solo debilitan esa espina dorsal que es la clasificación general. El año pasado se produjo una anomalía que delataba gran parte de las paradojas del ciclismo. Nadie lució el dorsal número 1. Con el caso Landis todavía abierto, Óscar Pereiro portó el 11 como premio de consolación. En el 2008 será Evans el que luzca el cotizado 1 cuando el ganador no está ni retirado ni lesionado ni sancionado por dopaje. Todo esto pesa sobre el pelotón.

Otras ausencias, como la del belga Tom Boonen, que dio positivo por cocaína, y la del italiano Daniele Bennati, lesionado, restarán efectivos en las batallas de los velocistas.

La experiencia, un grado

Cadel Evans, un ciclista acostumbrado a mantenerse en el grupo de cabeza de las grandes batallas, pero más bien en un segundo plano, pasa ahora a ser protagonista de todas las quinielas. Parte como el mejor contrarrelojista de todos los favoritos y muy resistente en la montaña. En el Tour, siempre ha finalizado entre los diez primeros. El año pasado fue segundo y parece que los astros se han conjurado para que ascienda al primer peldaño. Tiene 31 años y sabe que, a esa edad, debe coger este tren.

El ruso Denis Menchov nunca ha logrado meterse entre los cinco primeros en la ronda francesa. El líder del Rabobank cuenta con condiciones para reinar en una carrera de tres semanas. Su dominio en la última Vuelta fue aplastante. Pero el Tour es su asignatura pendiente. Y hay hombres que dominaron la carrera española sin probar nunca la gloria francesa.

Juventud, divino tesoro

Un puñado de ciclistas de otra generación están llamados a brillar en este Tour. Damiano Cunego ha renunciado al Giro para prepararse. Ricardo Riccò fue la dinamita de la ronda italiana y en esta carrera tendrá muchas cumbres por delante. Buen terreno también para el colombiano Mauricio Soler, el rey de la montaña en el 2007. Riccò y Soler pueden ejercer de jueces del Tour.

La armada española

El pelotón sabe que Alejandro Valverde parte como líder único del Caisse d'Epargne. Es uno de los grandes favoritos. El año pasado le faltó templanza para acabar más arriba. Le sobra talento, pero ¿tendrá la madurez suficiente? Óscar Pereiro será su escudero e intentará reencontrar aquella alegría que le llevó al triunfo en Pau. Carlos Sastre ha demostrado su tremenda regularidad. Tiene 33 años y un equipo de estrellas, quizás hasta demasiadas. No se conforma con un top cinco. Sube enteros también Haimar Zubeldia (Euskaltel). Y Óscar Freire, otra vez, será el español a seguir en los esprints.