El Racing de Santander no para. Sexto en Liga, equipo de UEFA en fechas en las que solía huir del descenso, más vivo que nunca en la Copa, el once cántabro vapuleó (4-2) al Zaragoza, que no resurgió en el estreno de Ander Garitano en el banquillo. El Sardinero, de paso, encumbró a su nuevo ídolo: el técnico Marcelino García Toral. El inicio del partido fue trepidante. Mohamed Tchité intentó un chilena, pero en lugar de cazar la bola, cazó al argentino Fabián Ayala, que quedó casi noqueado y tuvo que ser sustituido después. Con El Sardinero expectante ante el arranque trepidante del encuentro, Oliveira se cobró el 0-1. La eliminatoria había dado la vuelta. Oliveira tuvo en sus botas el 0-2, pero esta vez no marcó. El susto hizo despertar al Racing del aturdimiento que le había producido el gol, Colsa puso orden y el equipo volvió a su juego. Colsa colgó un pase sobre el área y Tchité se adelantó a los defensas. La eliminatoria volvía a empezar con el empate. Pero antes de que el Zaragoza pudiera replicar, subió el 2-1 al marcador gracias a Oriol. Garitano tiró de banquillo tras el descanso y metió a Sergio García por Diogo. Pero el cambio no surtió efecto. El partido era un monólogo. El 3-1 encendió el estadio, que coreaba el nombre de Marcelino. Diego Milito se encargó de apagar temporalmente la fiesta con un gol a diez minutos para el final del encuentro. Pero las esperanzas de los aragoneses duraron poco, lo que tardó Garay en poner el 4-2 con el tiempo casi cumplido.