La Xunta dice que el motivo fue la negociación de los jugadores con su federación, mientras que los africanos alegan que iban a cobrar menos por la ausencia de Eto'o
28 dic 2007 . Actualizado a las 03:02 h.El tercer partido de la nueva era de la selección gallega se convirtió en un esperpento con los acontecimientos que provocaron un retraso de más de una hora y media en el inicio del mismo.
Según quien contase los hechos, la versión era diferente. La Xunta de Galicia, como encargada de la organización del evento, a través de la Dirección Xeral para o Deporte explicó que el motivo del retraso fue una cuestión interna de la selección de Camerún, que estaba en su hotel negociando las primas para la disputa de la próxima edicion de la Copa de África.
La versión de los representantes de la federación africana insistía en que la culpa del retraso se debió a que la Xunta quería pagarles una cantidad menor de la acordada en el contrato debido a la ausencia de Eto'o. Existía una cláusula por la que Camerún se comprometía a acudir a este partido en Balaídos con los jugadores de la Liga española, entre ellos el delantero del Barcelona. Sin embargo, la delegación africana esgrimía que su ausencia era por motivos ajenos a la selección, ya que había sido el Barcelona el que se lo había prohibido y por eso exigían la cantidad íntegra acordada.
Fuese cual fuese el verdadero motivo, lo cierto es que hasta cerca de las diez de la noche, una hora después de la hora prevista para el comienzo del choque, no hubo fumata blanca. La expedición camerunesa llegó al estadio de Balaídos, fuertemente escoltada, a las diez y diez.
Sin salir a realizar ejercicios de calentamiento saltaron al terreno de juego conjuntamente con los jugadores de la selección gallega. El himno de Camerún sonó acompañado de los silbidos de los veinticinco mil espectadores que habían esperado pacientemente.
Curiosamente, el seleccionador de Camerún, el alemán Otto Pfister, ya había vivido en el pasado Mundial de Alemania un capítulo con las primas del combinado de Togo al que entonces dirigía. Cuatro días antes del primer partido abandonó la concentración en protesta por no cobrar las primas y posteriormente la FIFA arregló el asunto y regresó para el debut mundialista. Camerún también había mostrado problemas para jugar un amistoso ante Inglaterra en los años noventa por tema de primas.