La curva Senna puede sentenciar

DEPORTES

18 oct 2007 . Actualizado a las 18:30 h.

Toda la concentración de la semana, la puesta a punto del monoplaza, las estrategias, la elección de los neumáticos, o las declaraciones malintencionadas... todo puede quedar enterrado en la primera pasada por la curva Senna de Interlagos, circuito donde este domingo se decidirá el título de campeón del mundo con tres aspirantes.

La famosa S dibuja una pequeña onda tras la recta de meta y allí se han despedazado las más sesudas estrategias en grandes premios anteriores. Su estrechez invita a las colisiones múltiples y si Hamilton, Alonso y Raikkonen quieren comenzar la carrera con opciones deberían calificar en las dos primeras líneas de la parrilla. Más atrás, pasarían a depender de la fortuna entre la curva 1 y 2 por la reacción de otros monoplazas que buscan espacio donde no lo hay. La primera curva se toma en tercera a un máximo de 110 kilómetros por hora. La siguiente a 166 y a partir de ahí quien salga indemne encara con cierta comodidad la curva 3, conocida como Del Sol.

Aunque Lewis Hamilton logre el sábado la pole position no podrá dormir tranquilo por la presencia de la S de Senna como primer obstáculo en la carrera. ¿Qué harán Raikkonen o Alonso si tienen opción de superarle en un lugar tan estrecho?, ¿quién se apartará?, ¿facilitará Hamilton ser adelantado para evitar acabar en la odiosa gravilla que tan bien conoce?

El español Marc Gené, piloto de pruebas de Ferrari, define la famosa S como «una doble curva contraperaltada en bajada que permite adelantar en la frenada, tanto por la parte interior como por la exterior». Con él coincide el joven Nico Rosberg: «En las dos primeras curvas, el circuito desaparece de forma abrupta, y aquí es más fácil perder tiempo que recuperarlo. Por otro lado, si el piloto de adelante comete un error en la apurada de frenada de la gran recta se le puede adelantar en la curva 1».

Que se lo digan a Michael Schumacher, quien protagonizó aquí un espectacular adelantamiento en el pasado Gran Premio de Brasil, su última carrera, a Kimi Raikkonen a tres vueltas para el final. Pero al principio, Fisichella, buscándose un sitio, reventó la rueda trasera del káiser al rozarle en un adelantamiento. En el mismo sitio y, cuatro años antes, el damnificado por el heptacampeón era Juan Pablo Montoya, que aún busca el hueco por el que le rebasó el alemán.

Pero también Schumacher se ha dejado allí los restos del monoplaza rojo, junto con otros muchos pilotos. Todos los veteranos del paddock acumulan algún incidente en esta zona de Interlagos.

Basta el Mundial que está a punto de concluir para saber la importancia de salir primero de la curva inicial del circuito. En el Gran Premio de España, Fernando Alonso y Felipe Massa se tocaron y el español levantó la tierra de Montmeló y volvió a la pista en tercer puesto mientras el brasileño corría rumbo a la victoria.

Recientemente, en el Gran Premio de Italia en Monza, también Massa se tocó con un McLaren, esta vez el de Hamilton, quien tuvo que cortar la chicane y mantuvo la segunda plaza por detrás de Fernando.

Pero el duelo más espectacular se produjo a mediados de septiembre en el Gran Premio de Bélgica. Alonso debía conservar la tercera plaza por delante de Lewis, ambos coches condujeron paralelos hasta que el español dio el empujón definitivo. Era en la curva Eau Rouge donde Ayrton Senna aseguraba que hablaba con Dios.