Van Nistelrooy guía al Madrid a las puertas de la Liga

La Voz COLPISA | ZARAGOZA

DEPORTES

RAFA RIVAS

Empató a un minuto del final en Zaragoza y los blancos serán campeones si derrotan al Mallorca en la última jornada

09 jun 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

El Real Madrid salió vivo de La Romareda y dependerá de sí mismo en la última jornada. A pesar del empate logrado en el minuto 89 de partido, gracias a la igualada del Barcelona frente al Espanyol y la del Sevilla, entrará en la última jornada como líder y un triunfo sobre el Mallorca le daría el campeonato de Liga. Cuando parecía que el Zaragoza iba a imponerse, emergió el oportunismo del holandés Ruud Van Nistelrooy y la fortuna del conjunto merengue en los últimos encuentros, para forzar el empate que les volvía a convertir en líderes. El partido transcurrió igualado, pero siempre con mayor presencia local en el juego. Gracias a eso llegó el penalti sobre Pablo Aimar de Iván Helguera, sustituto de Miguel Torres, quien se lesionó en el calentamiento, y que transformó Diego Milito. Sin embargo, el Real Madrid pudo haber empatado por medio de Van Nistelrooy, cuando ya se jugaba el tiempo añadido, en un cabezazo a bocajarro que César salvó providencialmente. Tras el descanso, Capello dio entrada a Higuaín y Guti, y el conjunto madrileño se adueñó del balón y del juego. Los cambios no tardaron en dar sus frutos con el empate logrado en el minuto 56 por Van Nistelrooy, de cabeza tras un centro de Sergio Ramos. Pero el juego no encontraba respiro, porque el empate les valía de poco a ambos y todos querían más. Aimar apareció entonces para mostrar su clase en el minuto 64, en el que tras un eslalon espectacular le dejó el balón a Diego Milito quien, tras un quiebro a sus marcadores, logró su segundo tanto. Pero el partido aún iba a dar para mucho más, con un Madrid que apuraba a un Zaragoza encomendado a su portero para frenar las acometidas foráneas una y otra vez. El ex madridista ganó un mano a mano al holandés y paró sendos remates de Sergio Ramos y de Higuaín. Pero cuando el partido finalizaba, Van Nistelrooy marcó su segundo tanto, igualó la contienda y le devolvió la vida a su equipo.