La policía descarta el suicidio del ciclista en Rimini
19 mar 2004 . Actualizado a las 06:00 h.Marco Pantani, hallado muerto en un hotel de Rimini el pasado 14 de febrero, no se suicidó, sino que falleció por una sobredosis de cocaína. Es la conclusión de la autopsia, prometida en un plazo de dos semanas pero que ha llevado un mes. El informe del médico forense Giuseppe Fortuni fue dado a conocer ayer y despejó las últimas dudas sobre la trágica muerte del Pirata . Que Pantani había tomado cocaína ese día era prácticamente seguro, pues desde el principio se habló de un polvo blanco hallado en su habitación. La pregunta era en qué cantidad la había consumido o si la combinación con algún medicamento había resultado mortal. Junto a su cuerpo fueron encontradas diez cajas de ansiolíticos y antidepresivos de cuatro marcas distintas. Según la autopsia, el ciclista, de 34 años, falleció a causa de una «intoxicación aguda de cocaína» que desencadenó un edema pulmonar y cerebral. El forense añade que no hay elementos que apoyen «la hipótesis de una voluntad de suicidio». Caso cerrado, o casi, porque la investigación policial mantiene abierta una acusación contra quienes habrían vendido a Pantani aquellas últimas dosis de cocaína. Según la ley italiana, la muerte del deportista es consecuencia de otro delito, la venta de droga, y sus responsables se enfrentarían a una pena de hasta 10 años de cárcel. Parece probado que Pantani recibió el día anterior a su muerte la visita de un hombre de entre 30 y 40 años, elegantemente vestido. Según las pesquisas, sería el camello bajo sospecha. La Policía italiana le busca desde hace un mes entre los traficantes de Rimini, que son legión. Otro dato aún sin aclarar, que respalda esta reconstrucción de las últimas horas de Pantani, es que nunca aparecieron 20.000 euros que sacó del banco días antes. Este fleco final de la investigación sigue colgando y no se puede descartar que alimente durante meses o años, en la mejor tradición italiana, el misterio sobre la muerte de Pantani. De todas formas, la creación del mito ya está en marcha. La tumba del Pirata en su pueblo natal, Cesenático, no cesa de recibir visitas y el cementerio se ha visto obligado a ampliar el horario de apertura. Pantani se halla en el nicho 262, sección G, encima de su abuelo Sotero, pero la familia ya piensa en construir una capilla. No es el único proyecto. El Ayuntamiento de Cesenático se está moviendo para abrir un museo Pantani y crece la presión popular para erigir un monumento al ciclista. El lugar elegido parece ser la plaza Comandini.