El lanzador de peso, que considera el oro una recompensa a su trabajo, espera que los éxitos de Birmingham provoquen un acercamiento de los más jóvenes al atletismo.
23 mar 2003 . Actualizado a las 06:00 h.Manolo Martínez (León, 1974) ha vivido la semana más increíble de su vida. Fue colgarse el oro de Birmingham y convertirse en una estrella mediática. Ha pasado de homenajes y entrevistas a una recepción real para terminar compartiendo cámara con Loles León. Sin embargo, tanta fama repentina no le ha hecho perder un sólo gramo de sus 140 kilos de bondad. -¿Cómo se lleva la fama? -Se agradecen tantas muestras de cariño. El homenaje que me hicieron en León estuvo muy bien, la plaza del ayuntamiento estaba casi llena. Es una sensación un poco extraña. -¿Cuál es el significado real de esta medalla de oro? -Una recompensa al mucho trabajo que he hecho. Dije que ya me tocaba porque así lo siento. -¿Se quita el estigma de eterno aspirante? -No creo que tenga ese estigma. Lo único que me faltaba es ser segundo, por lo demás, siempre he estado en los puestos más destacados. Que te cuelguen la vitola de aspirante es porque estás ahí. Considero que mi trayectoria no es nada despreciable. -¿Servirá para que los lanzadores dejen de ser el patito feo del atletismo? -Por definición siempre hemos estado un poco marginados con respecto al resto de las disciplinas. Es difícil llegar al gran público, porque para vivir los lanzamientos hay que entenderlos. Pienso que competiciones tan emocionantes como el mundial pueden ayudar a que el público se enganche. -Y el relevo. ¿Qué hay por debajo de la generación de oro actual? -Títulos como este deben ser un acicate. Seguro que los más jóvenes ahora quieren parecerse a Yago Lamela, a Marta Domínguez o incluso a Manolo Martínez. Si hay instalaciones y técnicos seguro que poco a poco irán saliendo talentos. -Pero usted mismo se ha quejado de lo mal pagados que están los entrenadores. -Con diferencia son los más desprotegidos de este mundo. En el 90% de los casos, los entrenadores de élite tienen que compaginar su labor con otro trabajo. Resulta imposible que puedan vivir del deporte. -Como candidato del PP en las municipales de León, considera que la medalla puede ayudarle. -Hay que separar el deporte de la política. Quiero que la gente me vote porque piensa que lo puedo hacer bien, no porque haya conseguido una medalla de oro. -Llama la atención que forme parte de la lista del PP después de haber sido muy crítico con la clase política por mor de las carencias del deporte en su ciudad. -No estoy en el PP, voy como independiente y porque ellos fueron los únicos que me lo propusieron. Si me lo comentan los de Unión del Pueblo Leonés o el PSOE también me lo pensaría. La política es sentido común. -¿Ya sabe el puesto? -No está decidido del todo, pero será de salida porque ésa fue una de las condiciones. Puede ser el número tres. -¿Qué opinión tiene sobre la guerra de Irak? -Me parece un poco precipitada la decisión de Bush. Pienso que la vía diplomática todavía no estaba agotada. De todas maneras, tampoco entiendo como la gente se pronuncia sin conocer todos los datos. En León todo el mundo habla, y sin embargo nadie sabe lo que está pasando de verdad salvo las personas que tienen competencias. -Guerra y política al margen, ¿le cambiará la vida esta medalla? -No lo puedo decir, espero que no, pero ha tenido una repercusión importante. -Es que se ha convertido en el primer oro en pista cubierta el atletismo español. -Puedo morir tranquilo. Ahora saldré en la enciclopedia.