Francia se enfrenta a su clon

RUBÉN VENTUREIRA ,

DEPORTES

CHARLES PLAGIAU

El veterano Youri Djorkaeff suplirá al jugador del Real Madrid La fiesta arranca hoy con la ausencia del mejor anfitrión posible. Zinedine Zidane, el chamán que en Glasgow convirtió el granizo en diamante, no pisará el tapete verde. Una lesión en la pierna de la Novena deja huérfano el partido de apertura. La campeona del mundo toca madera.

30 may 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

Se estrena sin su estrella, sin su talismán ¿el afortunado, en amores y en juego, Karembeu se quedó sin billete esta vez¿ y ante un rival en el que no sólo su galo seleccionador sabe francés. Es Michel Platini, el precursor de Zinedine Zidane, el que mejor ha encuadrado y definido el partido inaugural: «Un duelo de franceses que no juegan en Francia contra no franceses que juegan en Francia». Cosas de la globalización futbolística. Una antigua colonia, Senegal, es su rival. Peligro tiene este debutante, subcampeón africano. De los equipos del continente negro siempre se ha dicho algo parecido a lo que Javier Clemente espetó una vez a Aguilera: «Chaval, tienes condiciones, pero ni puta idea de jugar al fútbol». Es decir, África aportaba físico y técnica, pero se desangraba por su desorden táctico. Ya no. Sus jugadores se han curtido en las principales ligas europeas y han aprobado la vieja asignatura pendiente. Esta evolución la encarnan Camerún, y, en menor medida, Senegal, que va de tapada, aunque es la actual subcampeona africana, tras perder en los penaltis ante los leones indomables . Su mejor jugador, el goleador El Hadj Diouf, es figura en el Lens a sus 21 años. ¿Y Francia? ¿Tendrá morriña de Zizou? En su Mundial, donde ZZ se perdió dos partidos, la superó. Claro que entonces allí estaba Deschamps, cuyo único ¿pero decisivo¿ valor consistía en suplir con sabias palabras de ánimo las carencias peloteras. Se aguarda un partido ajustado, un encuentro que responda al canon habitual de los duelos inaugurales de las grandes citas: mucha emoción, poco fútbol y escasos goles. Youri Djorkaeff, una vieja gloria que ahora pelotea en el Bolton inglés, suplirá a Zinedine Zidane. Será el surtidor de balones de Wiltord, Henry y Trezeguet, tres mosqueteros del gol ¿los dos primeros, en Inglaterra; el tercero, en Italia¿ que nada tienen que ver con aquel penoso Guivarch que Francia lució en punta en su Mundial. Y, aún así, con uno menos, ganó. Ya con once repitió éxito en la Eurocopa, donde triunfaron los mismos que hoy saltarán al campo. El ADN de origen africano de muchos de ellos, unido al genuino aportado por Senegal, convierte el duelo en un canto al continente negro, allí donde, dicen, está el futuro del fútbol. Pues que ruede la pelota.