El Yaya aguanta hasta el final contra su implacable verdugo

A. H LUGO

DEPORTES

BALONCESTO / LIGA FEMENINA

03 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

El trazo del partido quedó definido en las primeras jugadas. Todas llevaban un sello laborioso. El Yaya llevaba estudiando el partido ante su verdugo del play off del año pasado y la final de Copa del presente desde que ganó a La Seu el sábado anterior. Diríase que lo empezó a radiografiar en la Copa. Sabía desde el salto inicial lo que tenía que hacer: confiar en su coraje y herir al favorito en su orgullo. La primera misión se refería a dar el golpe en áreas interiores. Pollini y Rodionova -imparable en ese movimiento desde el poste medio para soltar un semigancho, y muy concentrada en los rebotes- abrieron la caja fuerte del Ros Casares, tan anárquico y pendiente de sus estrellas como de costumbre. El rebote ofensivo, perfectamente sujetado por las breoganistas, empezó a decantar el partido. Después, lo de siempre. Corral interpuso un recurso baloncestístico a la línea plana del encuentro, con trampas zonales y defensas mixtas, dejando a Johnson casi inédita. García y Pollini, agobiadas Todo iba bien; en el Yaya no parecía hacer mella el esfuerzo. El Ros estaba apático y el marcador ofrecía un triunfo local (39-29) en la segunda parte. Hubo un fragmento del partido que salió del plan previsto. En el tercer cuarto el equipo local se evadió. García y Pollini andan cada día mas agobiadas y sus compañeras lo notan. Quizá en ese instante, en el que el Yaya se vio huérfano, tendría que haberse encomendado más a Castro, jugadora explosiva que mantiene un continuo idilio con la canasta. La claridad mental se le nubló en el último cuarto a las chicas de Juan Corral. Fallon desatascó la zona jugando muy abierta, mientras Castro se merendaba hasta a tres defensoras. Una opción postrera de Salgado y Gómez para forzar la prórroga sobre la bocina impidió prolongar un nuevo intento de gesta.