FÚTBOL / COMPOSTELA Mientras el Compostela lucha por hacer frente a las obligaciones económicas para cerrar sin sobresaltos la temporada y poder formalizar su inscripción en Segunda División B, a la par que se reordenan sus relaciones con el Ayuntamiento, La Federación de Peñas vive el presente del club y su futuro más inmediato entre el escepticismo y la incertidumbre. Tras consumarse el descenso, la directiva de la agrupación se reunió a fin de analizar la situación en la que queda el equipo.
23 jun 2001 . Actualizado a las 07:00 h.Al igual que el resto de los aficionados, los peñistas esperan acontecimientos. El presidente, Manuel Martínez Valiño, expresa su deseo de que «todo se solucione satisfactoriamente. Cando menos, a entidade ten que se consolidar en Segunda B». Martínez Valiño dibuja con nitidez el horizonte que la federación considera ideal a medio y largo plazo: «Hai que facer algo para que a xente volva o campo. Hai xente que di que non vai por culpa de Caneda. Nós cremos que a entidade ten que estar por riba das persoas. Dá igual quen a dirixe. Coa afección que hai nesta cidade, pensar na Primeira é un luxo. Pero temos que loitar por volver a Segunda. E por levar máis afeccionados ás gradas». La media de espectadores esta temporada en San Lázaro no llegó a los 3.000 y ha sido una de las más bajas de la categoría. El público ni siquiera se volcó cuando el consejo de administración decidió facilitar dos invitaciones a cada socio. Mejoró la afluencia, pero no llegó a triplicarse. Son cifras muy bajas para la Segunda División. El presidente de la federación también se refirió a los vaivenes de las relaciones entre el Ayuntamiento y el club: «Parece que queren volver a camiñar xuntos. Xa o deberan ter feito antes. O que esperamos é que arranquen e que as cousas vaian ben». Cuando recuerda la jornada en la que se consumó el descenso, Martínez Valiño habla a título particular: «Foi unha sensación extrana. Dalgún xeito, era esperado, despois de como transcurriu a temporada. Xogalo todo a un partido, e ademais fóra da casa, era moi complicado. O que pasa é que co 0-2 renaceron as esperanzas. Dalgún xeito, volvemos ás raíces».