El técnico reconoció que contaba con otras ofertas económicas mejores «No tengo boli». Era el último obstáculo. Javier Irureta recibió el contrato pero señaló que no tenía con qué rubricarlo. Lendoiro reaccionó presto y sacó dos bolígrafos del bolsillo. Un artilugio que pesa unos pocos gramos no iba a tirar por tierra un contrato de muchos «kilos». La firma supuso la renovación de Javier Irureta como entrenador del Deportivo por un año más, renunciando a ofertas económicas superiores a la coruñesa, como él mismo reconoció.
28 may 2001 . Actualizado a las 07:00 h.TONI SILVA A CORUÑA Entre los motivos para prolongar su estancia en Riazor, Jabo destacó a la hinchada blanquiazul. «Tenía un deber moral con la afición -explicó-, debo estarle muy agradecido porque con ella me he sentido reconocido, nunca ha criticado, siempre ha estado muy cerca del equipo. Estoy muy contento de continuar un año más en A Coruña». «Había unas diferencias a lo largo de la semana -añadió-, mi representante me transmitió otras posibilidades, pero siempre dije que el Deportivo era mi primera opción». Amigo de los símbolos, Irureta destacó que «esto de hoy llega después de una derrota, lo que para mí le da más fuerza». Si bien su contrato le obligaba a hablar de los próximos proyectos, el entrenador dio prioridad a la campaña que todavía está sin cerrar. «Ahora hay que rematar ésta, pero debemos ser ambiciosos. Este año no ha habido la guinda de un título, pero hemos superado cosas...», apostilló. ¿Hubo nombres de jugadores en la negociación? Lendoiro lo negó. «Javier lo sabe tan bien como yo. Se puede aspirar a la actual plantilla y un poquito más, gran parte de los jugadores de que disponemos son el futuro del Deportivo», explico el presidente. «No obstante, hablaremos profundamente de fichajes cuando termine la temporada o esté a punto de finalizar». El máximo mandatario se refirió a su recién renovado técnico como «uno de los mejores. Era una cuestión de ilusión y de justicia el que siguiese Irureta, y que puede seguir algunos años más. Estoy seguro de que no será la última prolongación de contrato», expuso Lendoiro antes de reconocer que la negociación se ha dilatado en el tiempo, «porque desde el año pasado intentamos llegar a un acuerdo con él». En relación a la duración del contrato, el presidente explicó que fue un acuerdo tácito. «Ni unos ni otros planteamos dos temporadas, posibilidad que podía estar abierta -dijo-. Pero Irureta sabe que no somos amigos de cambiar».