El periodismo musical se mira al espejo de su presente y verbaliza las dudas de su futuro

Javier Becerra
Javier becerra MADRID / LA VOZ

CULTURA

Detalle de una de las mesas de debate del congreso.
Detalle de una de las mesas de debate del congreso.

El primer congreso del sector analizó temas como la independencia, la necesidad de una crítica formada y la falta de una perspectiva de género

11 mar 2025 . Actualizado a las 17:01 h.

«Para ser periodista musical hay que empezar por no cobrar». Irónico y realista se expresaba José Manuel Sebastián, locutor de Radio 3. «O ser el hijo del jefe», lo secundaba entre risas Jose Ramón Pardo, histórica pluma y voz de la crítica musical en España. Terminaba de ese modo la mesa titulada ¿Qué puede enseñar la historia del periodismo musical español a las nuevas generaciones? Fue uno de los temas que se trataron en el primer Congreso de Prensa Musical celebrado este lunes en Madrid. Una iniciativa pionera promovida por Periodistas Asociados de Música y nacida con la intención de crear un espacio de diálogo y construcción colectiva, contando con profesionales de diferentes generaciones, tanto de medios especializados como de medios generalistas.

La jornada, que tuvo lugar en la sede de la Sociedad de Artistas Intérpretes o Ejecutantes de España, arrancó con un debate sobre la situación actual de la profesión, en la que se pusieron sobre la mesa temas habituales en el sector. Por ejemplo, la necesidad de la crítica musical y cómo la percibe a veces la sociedad. «No hay la naturalidad de la crítica del cine para enjuiciar un disco», dijo Sebas Alonso, de la web Jenesaispop. «Siempre se piensa que hay un interés oculto por parte del que critica», añadió el crítico Carlos P. de Ziriza.

También salió a relucir el problema de la financiación de los medios, la existencia de las pasarelas de pago y la necesidad de tener buenos datos de tráfico web. Respecto a los problemas económicos, Jose Ramón Pardo ofreció su visión histórica del problema: «Hemos vivido de las compañías de discos y, cuando se arruinaron, nos hemos arruinado los demás. Yo en mis programas de radio quería que se anunciase leche, no discos de los artistas, que a lo mejor los ponías y a lo mejor no».

«Una trinchera»

Diego A. Manrique definió el sector como «una trinchera», dijo que el periodismo musical «era el mejor oficio del mundo» (título del libro que sacará en breve) y aseguró que «nunca hubo más y mejor información musical que hoy, pero también nunca hubo tanta basura». Sobre ello, en una intervención posterior, la periodista y presentadora Marisol Galdón apostilló: «Nunca hubo tantos sitios para escribir, pero que no pagan una mierda».

Galdón participaba en la mesa ¿Por qué hay menos mujeres en la prensa musical? Allí subrayó que faltan «los puntos de vista femeninos», destacando, por ejemplo, la carencia de firmas de mujeres en la crítica del jazz. Patricia Godes reivindicó los orígenes femeninos de la crítica, lamentando la falta de una perspectiva de género y subrayando que la mirada masculina se ha impuesto en el sector: «¿Por qué nos tenemos que tragar a esos artistas raros que no conoce nadie y no salir un músico que les gusta a las mujeres como Alejando Sanz?».

La sesión concluyó con una reivindicación del periodismo musical de calidad, alertando del peligro de un amarillismo que, tal y como recordó Jordi Bianciotto, ha permeado también en este campo poco a poco.