Dos de cada tres galerías de las 185 participantes en la feria serán extranjeras
12 feb 2022 . Actualizado a las 18:32 h.Anticipando el futuro pero mirando con orgullo a su pasado. Así se presenta la nueva edición de Arco. La 40.ª (+1), según sus responsables, será una entrega histórica, concentrada, más internacional y segura. Deliberadamente más pequeña que la edición del 2020, la última antes de la eclosión de la pandemia, Arco 2022 tendrá 185 galerías, el 61 % de ellas de carácter internacional. Sin país invitado, el certamen celebrará su larga trayectoria y exigirá el pasaporte covid o pruebas de diagnóstico negativas y mascarilla FFP2 a todos sus asistentes.
Ansiando la plena normalidad, la cita con el arte contemporáneo tendrá lugar entre el 23 y el 27 de febrero en los pabellones 7 y 9 del la Institución Ferial de Madrid (Ifema). Será de nuevo el punto de encuentro de las vanguardias históricas, los clásicos contemporáneos y el arte emergente. Reconocerá además el determinante aporte de las galerías que han hecho grande a la feria que Juana de Aizpuru creó en 1981 y que se ha ganado su lugar en el concierto internacional del mercado de arte. Tendrán este año un papel relevante un veintena de veteranos galeristas españoles y extranjeros fieles al certamen en estas cuatro décadas.
Sergio Rubira, María Inés Rodríguez y Francesco Stocchi son las comisarios del programa conmemorativo 40 (+1) Aniversario que pondrá el acento en el arte creado por mujeres, compensado con un 60 % de creadoras frente a un 40 % de creadores el persistente desequilibrio de la feria.
«Mostraremos una suerte de museo imaginario con todas las galerías que han tenido un compromiso claro con la feria o han ayudado a su internacionalización», destacó Rubira. Leandro Navarro o Giorgio Persano estarán en esta sección con míticas piezas que no encontraron comprador: de un iglú de Mario Merz a un cuadro de María Moreno pasando por obras Rogelio López Cuenca o Dora García.
Sin claudicar ante el covid
«Nuestra voluntad es retomar la plena normalidad en esta edición, en la que volvemos a nuestras fechas y pabellones habituales y con una dimensión más abarcable», se felicitó Maribel López, directora de un encuentro que el año pasado se celebró en julio y una edición más que atípica y que nunca ha claudicado ante el coronavirus a pesar de las dificultades. «Somos la única feria de arte contemporáneo que ha celebrado todos los años su convocatoria, incluso en el 2021, con una edición excepcional», recordó Eduardo López-Puertas, director general de Ifema.
La feria, que será deliberadamente más pequeña, contará con 185 galerías de 30 países, frente a las 210 del 2020 y las 130 de la jibarizada edición del 2021. «No queremos cambiar el modelo de Arco, pero sí concentrarlo, conscientes de que con menos galerías todo funciona mejor», asegura su directora. Con más de un millar de artistas, en el programa general habrá 159 galerías y 42 en los programas comisariados como Nunca lo mismo dedicado al arte latinoamericano y Opening, con las propuestas más vanguardistas.
Sin aventurar previsiones de asistencia o ventas, la feria abrirá sus puertas en un clima de optimismo. «Estamos en un momento muy positivo y tanto los profesionales, los galeristas, como los coleccionistas, han demostrado unas enormes ganas de participar. La intensidad de la demanda es muy alta y esperamos que también los coleccionistas lleguen a la feria con la decidida voluntad de comprar», dijo la directora. Para ponerlo más fácil, este año el coste de los alquileres de los estands se han rebajado un 15 %.
Ifema ha acumulado una larga experiencia en estos dos años de pandemia y quiere hacer que todos sus certámenes sean seguros. Así, a todos los asistentes a Arco 2022 se les exigirá el pasaporte covid digital de la UE o el QR Spain Travel Health de terceros países. En su defecto, servirá una PCR o un test de antígenos con resultados negativos realizados en las 24 horas anteriores al primer día de acceso a la feria.
Realismo y buenas vibraciones
Una de las galerías que lleva tres décadas siendo fiel a la feria es la de Leandro Navarro. El comisario Sergio Rubira destacó su labor «defendiendo el realismo, lo que le supuso ser excluido de algunos lugares». Decidió así «invitar a la galería con una selección de mujeres del realismo». Íñigo Navarro, hijo del fundador, Leandro, mostrará obras como Al salir de casa, de María Moreno, Mari, la mujer del pintor Antonio López, fallecida hace dos años. Pintada en 1980, Leandro Navarro la compró el 1982. No se vendió en Arco y la recompró el propio Antonio López, que la cede para la ocasión.
Íñigo Navarro anticipa un momento «muy especial» para una feria «que ha sabido salir adelante y con buenos resultados en momentos tan difíciles como el año pasado». Es verdad que no las tiene todas consigo ante un mercado que se muestra «oscilante y que ha pasado de todo en las seis olas de covid-19 que llevamos». «Hay vaivenes y dientes de sierra, pero yo percibo buenas vibraciones y ganas de comprar», concluye.