Xavier Bermúdez regresa a la pareja de hermanos huérfanos de «León y Olvido» quince años después, en una película emocionante y valiente
27 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Unos quince años después de León y Olvido nos llega Olvido y León, segunda parte de las desventuras de estos dos hermanos gemelos huérfanos, separados por el cromosoma 21 y unidos para siempre por su padre putativo, Xavier Bermúdez. La pareja más conmovedora de nuestro cine son ya unos supervivientes veteranos ante el infortunio, resistentes hartos de pedir frente a las amargas batallas cotidianas, renegando de un futuro que no les pertenece. Olvido aún sueña un poco -«no quiero ser actriz, soy actriz»- mientras apura los últimos meses del subsidio del paro y pone copas en minifalda a horas intempestivas; sigue insistiendo en dolorosos intentos de suicidio mientras sopesa un matrimonio de conveniencia que sería solución material para ella y para su hermano Down. León todavía busca trabajo y pareja, tras ser rechazado cien veces en ambos frentes. Unidos por la dependencia afectiva, con el cordón umbilical de un viejo sillón, los actos diarios de amor y desamor de estos dos nos desarman.
Volvemos a ver el velo de boda de Viridiana, los pies que no encajan en los zapatos, las migajas compartidas, los juegos de manos del teatro de sombras de la vida. Lejos de modas o tendencias, el estilo de Xavier se ha estilizado aún más; la valentía de sus decisiones en la dirección de actores y en la puesta en escena, la valiosa armonía de una narración que oscila entre el drama descarnado y el sentido del humor buñueliano, la ternura en permanente contacto con la voluntad de herir, son síntomas de que sus películas sobrevivirán al tiempo.
Marta Larralde y Guillem Jiménez, nudos en nuestra garganta, nos estrangulan dulcemente con su belleza y humanidad. La actriz gallega que nació en Lena, musa del director -con permiso de Nerea Barros-, tiene momentos de una intensidad y verdad que no existe en el cine español de hoy. Los trucos del oficio no le han hecho daño a su intuición. Esos momentos son cine en estado puro.
Guillem, el primer actor con Down de España, falleció hace unas semanas y dejó aún más huérfanos a Marta y a Xavier. Su rostro de niño envejecido, perplejo ante la vida, es la viva imagen de la orfandad. «Tú eres mi patria», el joven titiritero interpretado por Fernando González canta el poema de García Calvo, mientras Marta mira a Guillem. Olvido mira a León, entendiéndose y aceptándose. La tercera película de esta imprescindible crónica de la humanidad fraternal debería titularse Olvido.
«OLVIDO Y LEÓN»
España, 2020.
Director: Xavier Bermúdez.
Intérpretes: Marta Larralde, Guillem Jiménez, Monti Castiñeiras, Rosa Álvarez, Sonia Méndez, Roberto Leal, Sergio Quintana, Corina Álvarez, Verónica Pardellas, Fernando González.
Comedia dramática.
102 minutos.