Concierto de Año Nuevo de Viena: cuando Karajan sacó a Muti de la cama

césar wonenburger EMISIÓN TELEVISIVA

CULTURA

31 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En 1971 la carrera del entonces joven Riccardo Muti comenzaba a despuntar pero aún no le impedía tener que aceptar algunos encargos irrelevantes. Mientras dormía en la habitación de hotel de alguna localidad del profundo Estados Unidos, donde esos días debía dirigir un concierto, casi de madrugada recibió la llamada de Herbert von Karajan, que lo sacó de la cama («cuando se quiere realmente se puede localizar a cualquier persona», le dijo ante su asombro el director de la Filarmónica de Berlín). El motivo de su interés era proponerle dirigir Così fan tutte en el próximo festival de Salzburgo. Y aunque Muti consideró que entonces carecía de la experiencia para ofrecer una obra maestra del venerado Mozart y en su templo, decidió aceptar porque a Karajan solo se le podía decir que no una vez.

Ese primer encuentro fraguó una fructífera e intensa relación con la Filarmónica e Viena que ahora llegará al medio siglo, y que hizo que la agrupación lo nombrase su Miembro Honorario después de haber ofrecido 500 conciertos juntos. Esa complicidad, puede verse hasta en el programa de la cita de mañana: habrá dos guiños al italiano, con la inclusión de la Polca Margherita, compuesta por Strauss el joven para el enlace entre la princesa del mismo nombre y el rey Humberto de Italia, y un Galop veneciano del padre de la dinastía, concebido para un baile de gala inspirado en Venecia.

Quizá en correspondencia con el maestro que hace 50 años creyó en él, Muti ha incluido en el programa dos obras de peso, sendos valses, el Emperador y Voces de primavera, de esos que distinguen el grano de la paja entre los directores, y que Karajan hizo suyos en el que para muchos es el mejor concierto de Año Nuevo de la historia, el de 1987. Claro que el director austríaco contó con la colaboración de la estupenda Kathleen Battle.