«La hora de los hipócritas», última investigación del comisario Jaritos

H. J. P. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El escritor Petros Márkaris, creador del comisario Kostas Jaritos. A la derecha, portada del libro que narra las últimas andanzas del policía griego
El escritor Petros Márkaris, creador del comisario Kostas Jaritos. A la derecha, portada del libro que narra las últimas andanzas del policía griego Mariluz Ferreiro | Tusquets

Márkaris convierte en abuelo al veterano funcionario de policía mientras afronta una nueva investigación contra la corrupción y los que se aprovechan de la indefensión del más débil

28 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El comisario Kostas Jaritos es uno de los nuestros, un miembro de la familia más. Cualquier aficionado a la novela negra que se precie lo sabe. Y por eso sabe que cuando el veterano funcionario se compra un Seat Ibiza para sustituir su destartalado Fiat Mirafiori, cuando su hija Katerina deja al estudiante Panos para adoptar como pareja al médico Fanis, cuando el sabueso aguanta las reprimendas de su teleadicta esposa Adrianí o se refugia en la lectura del diccionario Dimitrakos... sabe que todo ello nos concierne íntimamente. Por eso la última entrega de sus andanzas (La hora de los hipócritas) es tan importante, más allá de sus indagaciones en el terreno del crimen. En este libro Jaritos se convertirá en devoto y emocionado abuelo, con la feliz llegada del pequeño Lambros, cuyo nombre homenajea al viejo revolucionario Zisis para disgusto de Pródromos, consuegro del policía. Además, llegará el ansiado ascenso de Jaritos en el cuerpo, como nuevo subdirector de Seguridad, lo que por fin parece significar el reconocimiento a su tesón y rigor, a su escrupuloso trabajo. Ah, ¿y el caso?, ¿a alguien le preocupa el caso que afrontará en estas páginas? Bueno, el caso también importa... pero menos. El autor, Petros Márkaris (Estambul, 1937), había anunciado que aparcaba la actualidad, la preocupación por la quiebra económica que azota Grecia, los efectos de la recesión y las exigencias del rescate europeo, que dejaba todo esto atrás con el remate de la llamada Trilogía de la crisis, pero esto no parece posible. El compromiso social y político de Márkaris, su empatía con los más desfavorecidos le impiden dedicar las horas de investigación de Jaritos al robo de un museo o una joyas, por ejemplo. El caso de los asesinatos reivindicados por el Ejército Nacional de Idiotas confirmará que Jaritos se enfrenta una vez más a la corrupción y a quienes se aprovechan de la indefensión del más débil y la generosidad del pueblo. Formidable.