«El ritmo de la venganza»: Blake, espero no volverte a ver... en esto

eduardo galán blanco

CULTURA

A esta fallida película de espías le falta lo que anuncia su título: ritmo

10 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Barbara Broccoli, la productora de la franquicia de los James Bond cinematográficos -chollo que heredó de su papá Albert- ha puesto en pie esta fallida peliculita de espías basada en la serie de novelas -que desconocemos- escritas por Mark Burnell. El tono Bond -frío y violento- le dura poco al filme y la acción -el ritmo también- flojea que da disgusto durante la mayor parte del metraje.

El ritmo de la venganza arranca con la siempre glamurosa Blake Lively -gossip girl inolvidable en el Café Society de Woody Allen- a punto de disparar su pistola con silenciador sobre Richard Brake, en un Tánger rodado en España. El siguiente flashback nos lleva unos meses atrás, cuando un periodista se le presenta a la chica -enganchada a la heroína y hecha unos zorros- en un prostíbulo londinense y le revela que la muerte de su familia en un accidente aéreo -drama causante del deterioro de la protagonista- fue un acto terrorista. El plumilla la pone tras los asesinos y, gracias a la ayuda de un agente británico del MI6 -Jude Law-, comienza la venganza. Pero, ya lo dijimos, sin rastro de la otra palabra del título. Nada de ritmo.

Blake Lively no está fea ni aunque nos la pongan sucia, vestida con chándal poligonero, teñida de morena, con lentillas oscuras y con pelucones espantosos. Además, nació en Tarzana -la ciudad angelina fundada por el papá de Tarzán, Rice Burroughs- y esas cosas marcan: le ha quedado un espíritu atlético encomiable que ya exhibía en aquel cara a cara -o aleta a aleta- con el goloso tiburón viejo verde de Infierno azul. Claro que, a pesar de todo, hay momentos en que la diosa roza el ridículo mortadelesco como en la secuencia del entrenamiento con su gorro de lana y nadando en el frío lago de las Highlands o, cuando vestida -de sado- para matar tiene la secuencia de sexo con el inefable Max Casella. Nadie es perfecto, ni siquiera Blake Lively.

La película de la directora Reed Morano -también la novela en la que se basa- fusila mal y sin perdón a la Nikita de Luc Besson -una película cien veces imitada, más últimamente- y hasta a John Le Carré. Lo peor es que nos tememos una segunda parte, pues, al final, Jude Law le dice a la prota: «Espero no volverte a ver». La chica contesta: «¡Y yo también!». Pero, ya se sabe, que el cine miente. Mucho.

«EL RITMO DE LA VENGANZA»

[«THE RHYTHM SECTION»]

Reino Unido, 2019.

Directora: Reed Morano.

Intérpretes: Blake Lively, Jude Law, Sterling K. Brown, Raza Jaffrey, Richard Brake, Max Casella, Daniel Mays, Geoff Bell.

Acción.

109 minutos.