Rosalía: «Las uñas excesivas son estéticas pero también pueden ser un arma»

la voz REDACCION

CULTURA

La cantante Rosalía durante la presentación de la colección de ropa que ha diseñado para Pull&Bear
La cantante Rosalía durante la presentación de la colección de ropa que ha diseñado para Pull&Bear J.P. Gandúl

La artista actúa mañana en el festival Primavera Sound, que la recibe como la gran estrella del pop nacional.

31 may 2019 . Actualizado a las 22:52 h.

«Ilusionada de volver a casa» se ha mostrado este viernes Rosalía que tal, y como recoge Efe, mañana actúa en el Primavera Sound de Barcelona, ciudad donde se crió musicalmente y que ahora la recibe encumbrada por la industria musical, que la ha llevado a lo más alto sin obligarla a perder su personalidad ni su sonido, ha asegurado.

La catalana más internacional del momento ha ofrecido una rueda de prensa en la que muchos periodistas se han quedado fuera de la sala porque todos los medios de comunicación nacionales e internacionales presentes en el festival querían estar en la primera rueda de prensa de su gira europea, que mañana empieza en Barcelona.

Rosalía, que ha aparecido con enormes plataformas y trabajadísimas uñas, como es habitual en ella, ha saludado uno por uno a los periodistas que han ido tomando la palabra, ya que a la mayoría los conocía de las primeras entrevistas, cuando todavía no era conocida. Cuando uno de ellos le ha preguntado cómo se ve Barcelona desde las alturas, ahora que es una «reina de la música», la cantante ha contestado: «yo nunca me he ido, voy y vuelvo, ahora he estado fuera, de gira, pero aquí está mi centro, mi familia».

Su centro quizás esté en Barcelona, pero su música está en el mundo entero y el vídeo de su última canción Aute Cuture, que se lanzó ayer jueves, se ha hizo viral en cuestión de minutos. «Es una canción que empezamos a hacer en 2017 y que ahora hemos publicado, sin prisa. Es un ejemplo de que mi posición en la industria no ha hecho cambiar mi sonido ni mi forma de trabajar», ha apuntado la artista.

Sobre esta canción ha añadido que las uñas excesivas que luce «son un símbolo de feminidad» que le gusta porque «son estéticas, pero también pueden ser un arma» y reflejan «la fuerza femenina». También ha señalado que la nueva canción «tiene que ver con la celebración, la fantasía y el humor», algo que le apetecía especialmente ahora, después de El Mal Querer, un disco con un trasfondo duro.

Estas palabras han hecho pensar a los presentes que su próximo álbum quizás sea más festivo, pero ella ha aclarado que de momento simplemente ha entrado en el estudio «para disfrutar de la música», pero todavía no sabe hacia donde irán las ideas que tiene.

No es de extrañar que le cueste concentrarse en un nuevo disco porque el último año de Rosalía ha sido de infarto: «han pasado tantas cosas que ni me lo creo -ha reconocido-. He trabajado mucho y no he tenido fines de semanas, pero a veces las cosas son así y me gusta mi trabajo, me lo paso muy bien».

Todo este trabajo ha fructificado y ahora es un referente que muchas adolescentes imitan, algo de lo que Rosalía es consciente, pero hasta cierto punto. «Ser demasiado consciente puede ser un peso excesivo. Quiero estar conectada con mi entorno y aportar, pero muchos artistas han aportado de manera casi inconsciente, siendo simplemente ellos mismos», ha reflexionado.

En este sentido, Rosalía ha subrayado que se esfuerza por ser fiel a sí misma y «cuidar todos los detalles» porque «la música es el centro de mi arte, pero todo lo que me apasiona lo vuelco en mi trabajo: también el cine». A este respecto, ha reconocido que en el vídeo de su última canción hay referencias a Tarantino y se ha mostrado muy orgullosa de haber podido trabajar con Almodóvar en su última película.

También ha hablado de otros artistas que admira, como Miley Cyrus, que está noche actúa en el Primavera Sound y a la que quiere conocer, y de Billie Eilish, con quien está trabajando en un tema conjunto y cuya compañía le hace sentirse «menos sola» porque «sabe lo que quiere y pone el alma», igual que Rosalía.