Pussy Riot cierra el 8M en A Coruña con un festival irreverente y libre de género

La Voz A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

Marcos Míguez

La subversiva banda rusa puso el broche a un acto feminista y contra la represión organizado por el Ayuntamiento

10 mar 2019 . Actualizado a las 01:45 h.

Feministas, anticlericales y profundamente políticas, las integrantes de la banda de punk ruso Pussy Riot trajo ayer a Galicia la radicalidad perturbadora que las convirtió en iconos globales el 21 de febrero del 2012 cuando tres de ellas culminaron una performance en el altar de la catedral de Cristo Salvador de Moscú con las cabezas cubiertas por pasamontañas de colores al grito de «Madre de Dios, líbranos de Putin». Aquella acción irreverente en plena campaña de las presidenciales les valió una condena de dos años de cárcel -amnistiada a fines del 2013-, pero también la atención de la comunidad internacional, que ya entonces había tenido que girar la vista hacia la órbita exsoviética al reclamo de las activistas ucranianas de Femen.

A Coruña reivindicó la noche del sábado estas «prácticas performativas feministas contrarias a la represión política» en la primera edición del festival Mulleres que Transforman Realidades, organizado por el gobierno local al hilo de las conmemoraciones del 8M. Veinticuatro horas después de que 35.000 personas salieran a la calle en defensa de la igualdad real, la centralidad de la plaza de María Pita respondió a la llamada de las rusas, que invitaron a asistir al concierto a través de Twitter con el mensaje «Come and Mosh» [ven y muévete] y una foto de los ensayos con una lista de 12 temas medio borrada en primer plano y el epígrafe «Hardcore libre de género» por todo anticipo.

Pasada la una de la madrugada irrumpieron en el escenario ante medio centenar de personas para cerrar el festival y les deleitaron con una actuación de apenas media hora. Cinco horas antes, las voces del coro coruñés de música negra Sister in the House abrieron la noche con la interpretación, a modo de manifiesto, de una pieza de denuncia de la violación sistemática de los derechos fundamentales de las mujeres en todo el mundo solo por el hecho de serlo. Brassica Rapa, la primera fanfarria gallega formada íntegramente por mujeres; Mounqup, alter ego de Camille Hédouin, cantante francesa residente en Galicia con un proyecto que transita entre el jazz, la electrónica y el folk; y las propuestas mestizas y multidisciplinares de la dominicana Xiomara Fortuna y la que fue solista de Ojos de Brujos, Marinah, pusieron el contrapunto al grito subversivo y provocador de las Pussy.