Christopher Nolan: «En 'Dunkerque' he intentado contar una historia humana»
CULTURA
El director estrena su nuevo filme sobre un episodio bélico que todavía perdura en la mente de los británicos
23 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Christopher Nolan (Londres, 1970) decidió que la mejor manera de contar el salvamento del Ejército británico en las playas francesas de Dunkerque tenía que hacerse desde tres puntos de vista (tierra, mar y aire) y con el mayor realismo posible. «Como un puzle», el director presenta una de las mejores películas bélicas de las últimas décadas.
-¿Qué fue lo que le atrajo de Dunkerque?
-Como la mayoría de los británicos, he crecido escuchando los pormenores de esta batalla. No recuerdo la primera vez que supe de esta historia porque ha permanecido en mi cabeza desde mi infancia. Emma [Nolan, su mujer] y yo atravesamos el Canal con amigos en un pequeño bote hace veinte años y fue horrible, difícil, angustioso. Me sentí en peligro una docena de veces y pensé que era un viaje muy complicado. Imaginarlo, además, con bombas cayendo, me impactó. Eso cimentó la idea de contar esta historia. Tengo un gran respeto por todos los que vivieron aquel episodio de la guerra.
-¿Esta historia es más importante para usted por ser británico?
-Para los británicos es un recuerdo que perdura en el tiempo, no cabe duda. Mi padre, que murió hace unos años, estaba obsesionado con aviones y cada vez que veía una película de la Segunda Guerra Mundial vociferaba contra todo lo que consideraba erróneo y me explicaba por qué. Sin duda, es muy especial para mí dirigir este filme porque es una responsabilidad y forma parte de la cultura de Inglaterra.
-¿Por qué la película solo se centra en los soldados?
-He intentado contar una historia humana, no abandonar el elemento humano y visceral de la historia. Estos soldados nunca supieron lo que ocurría en el gabinete de Churchill, no sabían lo que sucedía en los barcos. Lo mismo he intentado con el público. Vemos a unos jóvenes atravesar situaciones aterradoras que les están provocando traumas. Es una experiencia terrible, pero tienen que procesarla. He querido mantenerme en ese estado de referencia.
-¿Por qué era importante desarrollar el triángulo de los tres tiempos?
-El cine tiene una habilidad fascinante a la hora de influir o manipular a la audiencia sintiendo el tiempo según lo ven. Estoy hablando de cualquier película. Comparado con cualquier otro medio, el cine es único, porque en dos horas podemos contar una historia en tiempo real o dentro de un milenio. Sabía que necesitaba varios puntos de vista para desarrollar la estructura narrativa.
-Usted encuentra cierto paralelismo con los refugiados que ahora escapan de las guerras y su película.
-Si, muchísimo. Cuando filmábamos en Dunkerque estábamos a pocos kilómetros de uno de los campos de refugiados más grandes de Europa. No quiero ser muy específico porque he intentado contar un capitulo histórico que ocurrió en los años cuarenta, pero me he dejado influir por lo que ocurre ahora. Somos humanos y, la verdad, a todos nos preocupa lo mismo, no podemos ver imágenes de la guerra en los cuarenta y no hacer un paralelismo con lo que sucede ahora mismo. Es imposible. Los refugiados son seres humanos en pequeños botes sufriendo de angustia. Queremos pensar que vivimos en un mundo sofisticado de alta tecnología, cuando en realidad, al ver las fotos de los refugiados, seguimos viviendo en el pasado. No podemos ignorar estos eventos porque todavía seguimos en el mismo mundo.
«Era importante para mí romper barreras con esta cinta»
El director intenta hacer algo diferente con cada película y reconoce que no le inquietan los demás estrenos.
-Dunkerque llega a los cines rodeada de superhéroes. ¿Le preocupan sus contrincantes?
-No pienso en ello. Jamás me he preocupado de ver quién estrena la misma semana que yo. Si te fijas demasiado en lo que te rodea, puedes acabar aterrorizado. Soy un director que siempre trata de hacer algo diferente y me arriesgo a darme de bruces contra el suelo. Tengo fe en el público, en que vean la película guiándose por su experiencia, en sus propios términos. Como director tengo que engancharlos a la historia, a las imágenes, y que ellos juzguen dependiendo de lo que ven.
-Su mujer, Emma, es la productora de sus películas. ¿Cómo se mantiene su relación?
-Existe entre nosotros un escepticismo constructivo. Ella sabe cómo trabajo y la técnica que quiero utilizar. Es capaz de traducir lo que necesito y confía en mí cuando digo lo que quiero, aunque a veces no sea partidaria de rodar a mi manera. No tenga duda de que ha sido un reto filmar como hemos filmado con el presupuesto que teníamos.
-¿Cómo se ha sentido al realizar esta película?
-Era importante para mí romper barreras con esta cinta. He hecho muchas cosas que no se hacen típicamente al rodar una película. Si te fijas en las películas bélicas del cine, hay un código que se debe seguir. Sin embargo, la tecnología ha creado una disposición a pensar antes en el aspecto digital que en el tradicional. Con esta película he vuelto a la primera base, he sido muy real, todo lo real que podía en cada secuencia. He intentado que el público viera y sintiera lo que cada piloto o soldado está viviendo en pantalla.