Jo Nesbø: «Harry Hole interesa porque tiende a escoger mal, no es un superhéroe moral»

Jo Nesbø (Oslo, 1960) está considerado el mayor fenómeno internacional de la novela negra escandinava de la actualidad. Su relato La sed, recién publicado por Reservoir Books -sello del grupo Penguin Random House-, supone la undécima y última entrega de la saga del ya popularísimo detective Harry Hole. Este libro tuvo en Noruega una tirada inicial de 300.000 ejemplares, la más alta en la historia editorial de ese país. Actualmente, Nesbø se encuentra trabajando en el guion de la película Snowman, basada en su novela El muñeco de nieve (séptima aventura de Hole) y que protagonizará el actor de origen alemán Michael Fassbender.

-Su novela «La sed» tiene una peculiaridad especial: empieza con un Harry Hole feliz.

-Es feliz porque ha dejado su trabajo de investigador, un trabajo que arruinaba su vida familiar. Ahora está felizmente casado, tiene un ritmo cotidiano y lo único que quiere es que día a día su vida sea una especie de copiar y pegar, es decir, que el día siguiente sea igual al anterior. Sin embargo, sabe que ahí fuera hay un individuo que no logró cazar en el anterior libro y que lo persigue en sus sueños. Y tiene la sensación de que camina sobre una fina capa de hielo a punto de resquebrajarse. Él sabe que acabará volviendo a su trabajo.

-Y nunca queda claro si ese hielo se rompe por factores externos o por factores internos (suyos)...

-Exacto. Él, en el fondo, debe escoger entre una familia que le da la felicidad personal o un caso que lo lleva a asumir una responsabilidad en la comunidad en la que vive. Todo esto es bastante paradójico porque Harry Hole no es un miembro de la comunidad en el sentido estricto, así que no debería tender a sacrificar su vida personal por el bienestar de la comunidad. Ni siquiera él mismo tiene claro si acaba escogiendo volver a implicarse en ese trabajo por puro egoísmo o porque huye de algo.

-Lo que sí está claro es que tiene la necesidad de cazar a su enemigo.

-Sí, y seguimos sin saber el porqué. Es decir, no se trata de venganza, tampoco de conseguir un trofeo -Harry Hole no necesita este tipo de reconocimiento ni de fama-. Así que lo interesante está ahí, en saber cuál es el motor, qué significa la felicidad para cada uno de nosotros y qué es lo que sabemos de nosotros mismos como seres humanos. Si ahí hay un juego que tiene que ver con la moralidad, ya no se sabe y tampoco tengo la respuesta porque solo soy un escritor de ficción.

-Esta es la novela número 11 de la saga Hole. ¿Habrá más?

-Sí. Tengo un plan trazado desde el tercer libro, Petirrojo, por tanto sé cuál será el futuro de Harry Hole, pero no se lo puedo contar ni tampoco le puedo decir cuántos libros quedan. Sí puedo avanzarle sin embargo que nos acercamos al final y que entonces no habrá resurrección posible.

-La de Harry Hole es una serie traducida a más de cuarenta idiomas y que ya ha alcanzado los 33 millones de ejemplares vendidos en el mundo. ¿A qué se debe el interés tan enorme que este personaje genera en el lector?

-No tengo ni idea. Es un personaje que a mí me resultaba interesante. Creo que porque no es un superhéroe moral, pues Harry Hole tiende a escoger mal. Moralmente es alguien que se equivoca y eso tal vez facilita que la gente se identifique con él. Su elemento heroico no radica en que intente evitar el error, sino en que es muy resiliente. Se cae y se vuelve a levantar y renace de sus propias cenizas.

«Tengo un plan trazado desde el tercer libro, “Petirrojo”, por tanto sé cuál será el futuro de Harry»

«'Braveheart' es la peor película que haya ganado un Óscar»

La música posee una importancia fundamental en la vida creativa de Nesbø; de hecho, su novela La sed tiene una playlist [selección musical] muy específica.

-En mi generación la música era un identificador cultural muy importante. Llevabas una camiseta de una banda y lanzabas un mensaje al mundo de quién eras tú. Creo que es una de las formas más rápidas que hay de decir quién eres. Recuerdo a un personaje mayor que aparecía en la trilogía de Oslo [formada por sus novelas Petirrojo, Némesis y La estrella del diablo] que era racista, pero que sin embargo escuchaba a Prince. La música que escuchaba no acababa de encajar con él y precisamente eso era lo interesante porque te daba a entender que el personaje escondía algo o que no era exactamente lo que parecía.

-¿Coinciden los gustos musicales de Harry Hole con los suyos?

-Sí, al menos en un 95%. Aunque en esa playlist no están todas mis canciones favoritas. Pero sí, es una manera de promover mis gustos. Como escritor tienes pocos privilegios, así que de alguno tienes que beneficiarte [risas]. Como por ejemplo decir en un momento dado que Braveheart de Mel Gibson es la peor película que haya ganado un Óscar en la historia.

-Y es verdad que a través de la música empezó a introducirse en el mundo de la literatura...

-Sí, fue a los 14 años, escribiendo letras en inglés para bandas de música que formaban amigos míos. Utilizaba un diccionario y elegía palabras súper largas y difíciles que nadie conociera. Todo el mundo creía que yo era muy inteligente... [risas] Con esto me ganaba un poco a la gente. Luego empecé a escribir canciones en noruego y la redacción de estas letras fue mi escuela para después meterme a escribir relatos y novelas.

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