La historia de unos médicos que se dedican a la ayuda humanitaria se mezcla con la que pretende ser una gran historia de amor entre Theron y Bardem, rodada de una forma pretenciosa y grandilocuente.
«Es definitivamente la peor película que he visto en Cannes»; «Sean Penn tiene que dejar de dirigir»; «Es cursi, mala, una absoluta basura»; «un desastre risible» o «un fracaso atroz» fueron algunas de las frases que los periodistas dedicaron al filme tras su primer pase oficial.