«La teoría del todo» muestra la vida de uno de los personajes más relevantes del siglo, el científico Stephen Hawking
19 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Al amparo de esa querencia de un cierto tipo de cine por mostrar al mundo la vida de personajes ilustres, no es de extrañar que su último foco de atención haya caído en uno de los personajes más relevantes del siglo, el científico y astrofísico Stephen Hawking, quien, como ya se ha remarcado tantas veces, es lo más parecido a una estrella del rock en el ámbito de la ciencia. Pero La teoría del todo no es solo un biopic del científico, es la historia de una pareja en tres décadas, la formada por Hawking y su primera mujer, Jane Wilde, partiendo de las memorias publicadas por ella. Y en el resultado realmente prima la historia de amor, de dedicación y de desgaste, que evoluciona de mano a la propia enfermedad degenerativa de él, sobre los descubrimientos científicos o los entresijos de la mente del genio.
James Marsh, director curtido en documentales (con la sobresaliente Man on wire), trabaja por alejarse de comparaciones con la (sobrevalorada) Una mente maravillosa (Ron Howard, 2001), y sortea con suerte las aguas pantanosas del telefilm al uso al rodar con elegancia y sin efectismos una historia de esas que tanto gustan, bigger than life, de superación personal contra todo pronóstico (médico, científico, social), la historia del triunfo de una voluntad, de la mente sobre el cuerpo, pero no desde las luces del escenario, sino desde la trastienda de la intimidad doméstica.
Y junto a ello, el otro puntal que consigue dar relevancia al filme y que le ha llevado a posicionarse ante los Óscar, es la brillante interpretación de sus protagonistas, especialmente un Eddie Redmayne que se entrega a la causa y consigue dotar de veracidad a todos los matices evolutivos de un personaje con el que se mimetiza, inclusive físicamente, desde sus años de estudiante en Cambridge, con un Hawking lleno de vida y una estética que paradójicamente hoy se nos antoja tan hipster, al científico postrado en su silla mecanizada que habla a través de un ordenador. Pocos podrán hacerle sombra a la hora de conseguir el Óscar, con la salvedad, eso sí, de un renacido Michael Keaton.
Reino Unido, 2014.
Director: James Marsh. Intérpretes: Eddie Redmayne, Felicity Jones, Amily Watson, David Thewlis, Charlotte Hope, Charlie Cox, Adam Godley. 123 min.