La nueva película de Batman brillará menos en una Galicia sin salas IMAX

María Viñas Sanmartín
María Viñas REDACCIÓN

CULTURA

Ron Phillips

«El caballero oscuro: La leyenda renace» cuenta con 72 minutos rodados en esta técnica cinematográfica, pero ningún cine gallego está adaptado con este sistema de proyección

19 jul 2012 . Actualizado a las 17:26 h.

A menos que tenga un planetario en casa, es completamente imposible que alguien recree la experiencia cinematográfica por la que Christopher Nolan, director de una de la sagas más taquilleras de Hollywood, lleva apostando desde hace algunos años y ahora despliega como nunca lo había hecho antes en la última entrega de las aventuras de Batman, El caballero oscuro: La leyenda renace, que se estrenará este viernes 20 de julio. Se trata del IMAX, una alternativa que, frente al 3D, se perfila como una recurrente opción a la que aferrarse para rescatar a la industria cinematográfica, concentrada en ganar espectadores y hacer frente a la piratería, de su actual caída en picado. El IMAX, que tiene la capacidad de reproducir representaciones de mayor tamaño y definición que los sistemas habituales de proyección, no es nuevo -su primera experiencia data de 1970, durante la Exposición Universal de Osaka, en Japón-, pero sí limitado. Exige un sistema especial de proyección en las salas, capaz de alojar películas de gran tamaño, y grandes pantallas para reproducir los largometrajes. Lo caro que resulta manipular estas películas ha obligado a relegar el IMAX a edificios especiales como pabellones de ferias, museos o planetarios, y a determinadas proyecciones, sobre todo documentales o producciones más cortas. Así, solo aquellos cines que estén acondicionados para utilizar esta tecnología podrán asumir la proyección IMAX de la nueva película de Nolan, que cuenta con 72 minutos rodados en esta técnica, herencia del cine de los años 50 y 60, experiencia para los amantes del hombre murciélago imposible de experimentar en sus casas frente al televisor. Tendrán que volver a pisar las salas de cine de nuevo. Excepto si viven en Galicia, donde tampoco así podrán deleitarse en la gran pantalla del caballero oscuro en formato IMAX.

En España se cuentan con los dedos de una mano las salas de cine con IMAX y ninguna de ellas está ubicada en Galicia, donde solo la Domus cuenta con un sistema de gran formato, similar al IMAX conocido como Magnavisión, destinado a proyecciones de documentales. Hasta hace algunos años, Asturias podía presumir de ser una de las ciudades afortunadas con cines IMAX, pero, después de que esta sala dejase de operar con esta tecnología, Madrid es la opción más a mano para los gallegos.

Los fotogramas IMAX ocupan nueve veces más que los de las películas de 35 milímetros, una película por su tamaño difícil de manejar y poco rentable en ciudades pequeñas, incapaces de arrastrar a las salas de cine cifras suficientes de público para apostar por este formato. Además, para apreciar este sistema en todo su esplendor, se requieren pantallas inmensas, tan altas como un edificio de ocho pisos, lo que supone que sean muy pocas, por el momento, las salas dotadas con este sistema. Pero la escasez de salas, tal y como asegura el productor de cine Ignacio Benedeti, no es el único problema que frena el desarrollo del IMAX. El rodaje original en esta tecnología, normalmente una parte muy pequeña del total de la cinta, supone la utilización de grandes, ruidosas y pesadas cámaras, que disponen de pocos minutos de metraje por cartucho y con las que resulta muy difícil trabajar. En la grabación de la última película de Nolan, que será la última que el cineasta grabe sobre el hombre murciélago, el ruido y el tamaño de las cámaras, y por tanto su dificultad para moverlas, supusieron no pocos contratiempos. Christian Bale, en la piel del protagonista, bromeó en un par de ocasiones asegurando que entre el traje de murciélago y el estruendo de la cámara se pasó medio rodaje actuando sordo y la doble de Anne Hathaway en el papel de Catwoman destrozó una de las cámaras conduciendo su Batpod.

Sin embargo, tanto para Nolan como para los expertos, el rodaje en IMAX vale la pena. «La calidad de la imagen IMAX es extraordinaria», reconoce Benedeti. «Ver una película IMAX es vivir una auténtica experiencia cinematográfica».

Además de Nolan, a la fiebre del IMAX, que experimentó por primera vez en cine comercial la pionera factoría Disney con Fantasía 2000, se han ido sumando poco a poco otros directores como Michael Bay, que en el 2009 incluyó en la secuela de Transformers siete minutos rodados con esta tecnología, o Bird, director de Misión Imposible: Protocolo Fantasma, que rodó en esta cinta cerca de 25 minutos de escenas en IMAX. El caballero oscuro: La leyenda renace, uno de los estrenos más esperados del año, llegará este viernes a las salas de cine, y lo hará, a la pocas afortunadas, con 72 minutos de imágenes en IMAX.

«La nitidez y la profundidad de la imagen, proyectada en las pantallas enormes, es simplemente la mejor calidad de imagen que jamás se haya inventado», aseguró el director de la saga de Batman a The New York Times. El visionario cineasta explicó en medios especializados que las dos últimas películas sobre el caballero oscuro eran idóneas para adaptarse al formato IMAX. «Para Inception no utilicé el formato IMAX porque estábamos tratando de retratar la realidad de los sueños en lugar de su naturaleza extraordinaria, por tanto utilizamos una cámara en mano y rodamos de una manera más espontánea».