Viacrucis de tres estaciones para homenajear a Luís Seoane

Toni Silva A CORUÑA/LA VOZ.

CULTURA

La Academia recuerda en el cementerio de San Amaro de A Coruña al intelectual nacido hace cien años

19 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El escritor y artista Luís Seoane recibió ayer un cálido homenaje en forma de viacrucis. El cementerio de San Amaro fue el lugar donde varios amigos y personalidades de la cultura gallega celebraron los cien años de su nacimiento, un evento organizado por la Real Academia Galega, con su presidente, Xosé Luís Méndez Ferrín, a la cabeza. La primera estación tuvo lugar en la propia entrada del camposanto marinero, donde se recalcó que aquel homenaje se hacía extensible «a todos os galegos ilustres que descansan neste cemiterio». «Luís Seoane era un home de sensibilidade universal, que dixo que a arte ten que estar ao servizo da verdade, que rachou a falsa dicotomía entre rural e urbano, entre popular e culto», señaló la concejala de Cultura del Ayuntamiento de A Coruña, María Xosé Bravo. Con la música de Cántigas da Terra, el acto se desplazó hasta la parte sur del cementerio ante la tumba de Manuel Murguía, cuya lápida recogió los claveles llevados por los presentes. Allí, los académicos Euloxio Rodríguez Ruibal y Margarita Ledo citaron los nombres de todos los ilustres personajes allí enterrados, incluidas las nueve víctimas mortales de la primera huelga obrera de A Coruña. No obstante, Luz Pozo Garza subsanó una ausencia del listado. «Falta Mariano Tudela», aclaró. Precisamente, la veterana poetisa tuvo el honor de portar una corona ante la tumba del propio Luís Seoane, última estación del viacrucis.

Méndez Ferrín

A pocos metros de donde descansan los restos del artista gallego nacido en Buenos Aires hace cien años, el presidente de la Real Academia Galega, Xosé Luis Méndez Ferrín, cerró el homenaje con un emotivo discurso salpicado de mitología céltica. «Dende aquí podemos imaxinar ás naves da praia de San Amaro antes de partir a Irlanda», dijo Ferrín, antes de definir la personalidad y el físico de Seoane. «Foi un home corpulento, módico nos xestos, que sabía sorrir con mansedume, falaba con velocidade asombrosa, podía reaccionar con cólera pero endexamais gardaba rancor», relató el presidente de la Academia, antes de resumir toda su admiración por Seoane en una sola frase: «Sen dúbida, é a figura intelectual galega máis importante da segunda metade do século XX».

A última hora de la tarde, A Coruña aún tenía reservado un último acto para la memoria de Luís Seoane. Fue en la Fundación Caixa Galicia, con José Luis Méndez como anfitrión, donde el propio Ferrín y Xosé Luís Axeitos continuaron desgranando los méritos del artista. Axeitos recordó que sus libros de arte descansan en la sede de la Real Academia Galega.